La historia de Motorola es un poco decepcionante. Siendo uno empresa con una gran reputación en el sector de los teléfonos móviles, no consiguió adaptarse suficientemente rápido a la era de los teléfonos inteligentes. Google vio la oportunidad de comprar la compañía para hacerse con su portafolio de patentes, y posteriormente la vendió a Lenovo quedándose con todas ellas y algún proyecto adicional como los teléfonos modulares de proyecto Ara.

En el proceso fue una empresa que dejó a Google con cientos de millones de dólares trimestrales de pérdidas, y al consumidor con uno de los mejores teléfonos de hacer tres años, el Moto G. Pero Lenovo ha descubierto que la adquisición de Motorola ha sido problemática, y no ha cumplido las expectativas.

Adquirieron la empresa para expandir su propia línea de teléfonos a occidente, y no lo han conseguido tan rápido como esperaban. Motorola tenía contactos con las operadoras de medio mundo, pero sus teléfonos no interesan tanto como esperaban. Lenovo ha vendido 66,1 millones de teléfonos en su año fiscal 2015-2016, 10 millones en el primer trimestre natural de 2016, y Motorola solo ha aportado unas ventas de 5 millones de teléfonos durante el 1T.

Lenovo alega que la bajada de demanda en China les ha afectado enormemente, también los problemas de mercado en EE. UU., y que para volver al crecimiento va a promocionar su gama ZUK en los países en los mercados emergentes. Sin embargo, Lenovo acaparó el 21 % de las ventas de PC, y en total la compañía generó unos ingresos de 44.900 millones de dólares en el año fiscal 2015-2016, con unas pérdidas de 128 M$.