Dentro de la gama de portátiles para juegos, Razer tomó la senda de hacer un MacBook Pro para jugones. La estética externa del Razer Blade es similar, pero con aluminio en negro que le da un toque más orientado al público al que va dirigido. Ahora la compañía lo ha renovado para actualizarlo ligeramente con un par de añadidos notables.

Por un lado está la inclusión de un puerto Thunderbolt 3 con conector USB Type-C, lo que le permitirá usar el Razer Core, la carcasa de gráfica externa. Teniendo en cuenta que la tarjeta gráfica incluida en el portátil es una GTX 970M, ahora de 6 GB de VRAM, con potencia algo por debajo de la de una GTX 960 de sobremesa, solo los más exigentes necesitarán utilizar el Core para jugar con una tarjeta más potente.

Las medidas del portátil son las mismas que las del modelo del año pasado, ligeramente más ligero para el modelo (el único que hay, de hecho) con pantalla QHD+ con un peso de 1,93 kg. El procesador incluido es un Core i7-6700HQ, con 16 GB de RAM de tipo DDR4-2133 y la misma pantalla de 13,6 pulgadas.

El otro elemento que destaca es la inclusión del los ledes Chroma para añadir ese toque discotequero al teclado del portátil, que incluye además pulsación multitecla o anti-ghosting. Se puede controlar fácilmente a través del software Razer Synapse.

Su precio inicial se sitúa en los 1.999 dólares, mismo que el modelo de 2015, y su precio totalmente configurado es de 2.199 dólares (frente a los 2.699 $ del modelo totalmente configurado del año pasado). En realidad sólo se puede elegir entre 256 y 512 GB de almacenamiento interno PCIe 3.0 x4, y ahora vienen de serie los 16 GB de RAM y la pantalla QHD+.

La venta de este portátil comenzará en abril en EE. UU., y quizás para final de año se ponga a la venta directamente en Europa.

Vía: AnandTech.