Teniendo en cuenta la situación de recuperación en la que se encuentra Samsung, la presentación a principios del próximo año del Galaxy S7 servirá para asentar definitivamente una nueva forma de hacer teléfonos en la compañía. Aunque en este caso será añadiendo algunas características tomadas de la competencia.

Samsung estaría planeando añadir sensores de presión a la pantalla del Galaxy S7, al igual que los incluidos en la denominada pantalla 3D Touch del iPhone 6s y que se trata de una de sus mejores características (y quizás la única realmente diferenciadora con respecto al modelo anterior). El nuevo buque insignia de Samsung mantendría las líneas de diseño del actual teléfono, con dos modelos como ahora, uno con pantalla con bordes redondeados.

Otros cambios en el Galaxy S7 sería la adición de un puerto USB Type-C, que además permitiría la recarga del teléfono en 30 minutos. El Mobile World Congress 2016 tendrá lugar a finales de 2016, y podría ser el escenario de presentación del Galaxy S7.

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Vía: EnGadget.