A principios de octubre el Tribunal de Justicia de la Unión Europea estableció que el tratado internacional de Puerto Seguro de libre intercambio de información entre los miembros de la Unión Europea y EE. UU. no se aplicaba a la información privada de los usuarios. Buenas noticias para la privacidad, pero eso ha abierto un vacío en las relaciones entre ambas entidades.

Por eso ahora la Comisión Europea busca rubricar un nuevo acuerdo con EE. UU., un Puerto Seguro 2.0, estableciendo un límite de tres meses para que se completen las negociaciones, hasta finales de enero de 2016. El acuerdo de Puerto Seguro llevaba en vigor 15 años, lo que permitía que las compañías autocertificaran que le iban a dar un buen uso a la información, mucha de la cual terminó en manos de la NSA.

De esta forma el actual tratado de Puerto Seguro ha sido invalidado para estos casos de transferencia de información de usuarios, y de los comentarios de los comisarios se desprende que los EE. UU. tendrán que crear nuevas leyes para asegurar una mayor protección en los datos que se transfieran desde la Unión Europea. Iniciativas del país como el Acta de Libertad son unos buenos primeros pasos para ello.