Las universidades estadounidenses realizan una enorme labor de investigación, y eso termina generando innumerables documentos científicos que generan multitud de patentes. Es fácil que las grandes compañías terminen usando alguna de ellas, queriendo o sin querer, pero es poco habitual que no se llegue a un acuerdo económico y se termine en los tribunales.

Un juez de Wisconsin ha declarado a Apple culpable de infringir una patente de la Universidad de Wisconsin y como resultado va a tener que pagar 862 millones de dólares. La patente está relacionada con un proceso para mejorar la eficiencia de los procesadores, estimando el juez que era válida y por tanto su uso por Apple es inapropiado.

Los procesadores que infringen esta patente son los Apple A7, A8 y A8X que se encuentran en el iPhone 5s, 6, 6 Plus e iPad Air 2. La defensa de Apple se centró en alegar que la patente no era válida, pero la Universidad de Wisconsin la usó en 2008 para obtener de Intel un acuerdo económico tras la amenaza de llevarles ante los tribunales.

Por supuesto ahora comenzará el habitual proceso de apelación que seguramente termine con una cifra de daños y perjuicios menor de la estipulada por el juez, o incluso ampliada para englobar los nuevos procesadores A9 y A9X.

Vía: MacRumors.