El consumismo es el motor del mundo actual, y las empresas se esfuerzan en que nos gastemos en sus productos el dinero que tanto nos ha costado ganar. Apple es experta en ello, cada nuevo teléfono es un récord de ventas y la gente vendería a su madre por tener la nueva tableta de la compañía, por eso ya no nos parece raro ver a la gente haciendo colas para comprar sus productos nada más salir, y quien dice gente dice robots.

Frío, cansancio, lluvia, obligaciones. Hacer cola es muy duro en estos casos y como debió pensar Lucy Kelly, la protagonista de esta historia, la tecnología está para ayudar al ser humano. Así que no se lo pensó mucho cuando tomó la decisión de enviar un robot de telepresencia de su trabajo (con permiso de su jefe) a hacer cola por ella a la Apple Store de Sydney.

El robot, llamado también Lucy, se puede mover y tiene un iPad como pantalla en la que se puede ver a Kelly mientras está en casa o trabajando en la oficina (no en todo momento, pero la idea es que esté lo máximo posible). Cuando el momento llegue y las puertas de la Apple Store se abran para comprar el iPhone, Kelly controlará a Lucy en todo momento y el robot adquirirá el teléfono si todo va bien.

A pesar de la anécdota que supone poner un robot de este tipo a hacer cola, no se qué les parecerá a sus compañeros de línea la idea de que ellos estén sufriendo la espera mientras Kelly está en casa. Supongo que lo soportan por ser amantes de la tecnología y la novedad. Y por cierto, la idea de dejar un iPad con ruedas en la calle y sin vigilancia, como que no la veo. Será que Sydney es muy civilizada pero en España duraría menos de lo que se tarda en decir "iPad nuevo".

Vía: Mashable.