La compañía de transporte no profesional de pasajeros Uber ha hecho las cosas fuera de EE. UU. como le ha dado la gana. La consecuencia es que no se ha acogido al marco legal de los distintos países, que en el caso de los componentes de la Unión Europea exigen algún tipo de licencia para para poder operar en el sector del transporte de pasajeros.

Tras enfrentarse a los problemas legales en Alemania, España u Holanda, con registros de sus oficinas de París y Seúl y la detención de algunos de sus directivos, parece que la compañía está optando por recular y acogerse a la legalidad vigente en los países. Por eso en Alemania presentará en el verano un nuevo servicio para operar legalmente en Alemania.

La compañía pagará las licencias de transporte de pasajeros a sus chóferes, cuyo coste se sitúa entre los 100 y 200 euros por cada uno. Con esto quiere volver a estar presente en la mayor economía de Europa, en la que el servicio de Uber estaba teniendo un gran éxito. También pagará las cuotas a la cámara de comercio alemana para que se les considere compañías de taxi, que se sitúa en otros 150 a 200 euros.

Fuente: Reuters.