AMD ha lanzado oficialmente FreeSync, la versión de la compañía del refresco adaptativo como el G-SYNC de Nvidia, después de unos años en desarrollo. Se trata una tecnología que permite adaptar la generación de fotogramas de las tarjetas gráficas a la velocidad de refresco de pantalla para evitar efectos de corte de fotogramas conocido como frame tearing.

Este efecto provoca que se muestren simultáneamente parte del nuevo fotograma y parte del viejo, ya que a la pantalla no le ha dado tiempo a refrescar totalmente todo el contenido de la misma. Es habitual en juegos de acción rápida. También puede provocar retardos en la respuesta del ratón y parpadeo de imágenes, todo terriblemente molesto para los jugadores.

Aunque G-SYNC lleva desde octubre de 2013 en el mercado, los monitores por lo general que lo soportan son caros y requieren de cierta intervención del usuario para configurarlos. Sin embargo, FreeSync cuenta con múltiples ventajas, como ser un estándar abierto, configuración automática, no necesita hardware específico, no tiene coste alguno para los fabricantes de monitores, y además es el estándar de refresco adaptativo incluido en el estándar DisplayPort 1.2a.

Las pérdidas de fps (fotogramas por segundo) que se produce entre tener G-SYNC activado AMD calcula que es del 1,5% según sus datos. Con FreeSync indican que hay una ganancia de 0,2% de fps, por lo que no parece que vaya a haber un gran impacto por usar una u otra tecnología, aunque el refresco adaptativo de pantalla ya es suficiente mejora.

Con respecto a tener VSYNC activado, se evita el tearing pero se pierde latencia de ratón, importante para juegos de disparos. Con FreeSync se resuelven en realidad todos los problemas derivados del refresco de pantalla y generación de fps de la tarjeta gráfica.

En el apartado de los monitores, llegan algunos modelos como el Acer XG270HU (pantalla TN a 1440p) con refresco de 40 a 144 Hz con un precio de 499 $, o formatos panorámicos (que están de moda) de 2560 x 1080 píxeles como el LG xUM67 de 29 pulgadas por 599 dólares. Debido a que AMD no pide licencias por usar su tecnología, son más baratos que los G-SYNC, y serán más comunes de ver a lo largo del año.