La semana pasada se hizo oficial que Internet Explorer tiene los días contados. En su lugar llega un nuevo navegador, denominado por ahora Project Spartan, con importantes mejoras de rendimiento. Para los que queráis saber qué es lo que ha hecho Microsoft para conseguirlo, el secreto está en su motor de renderizado de páginas web.

Este motor se encarga de mostrar los distintos elementos de la página exactamente donde su diseñador tenía en mente. Actualmente existen tres importantes (o cuatro, según se mire): WebKit (Safari), Blink (Chrome y Opera), y Gecko (Firefox). El cuarto sería Trident, utilizado por Internet Explorer, pero debido a lo malo que es muchos se negarían a incluso considerarlo como tal.

Bromas aparte, Spartan va a usar una bifurcación de Trident a la que los chicos de Microsoft han aligerado y renombrado como Edge. Mucho. Le han quitado todo el soporte a elementos no estándar antiguos (como VBScript, ActiveX, las molestas barras de herramientas que se instalaban solas, etc.) y que convertían en un navegador basura a Internet Explorer 6, pero también le quita la compatibilidad hacia atrás en la interpretación de las cabeceras HTTP. Puesto que los estándares web están en constante evolución, en algunas ocasiones puede llevar a aque algo que ayer funcionaba deje de hacerlo al actualizar un navegador a una versión más moderna.

En la nueva era de abrazar los estándares web en la que ha entrado Microsoft, este paso tiene toda la lógica del mundo. Además es un paso que motivó la creación de Blink por parte de Google (hacer un WebKit específico para los equipos modernos). Aligerar unos cuantos millones de líneas de código un navegador siempre repercute positivamente en su rendimiento.

Las características experimentales de CSS y JavaScript tampoco usarán un prefijo específico, y esto también dará una mejora de velocidad al no tener que comprobar ese prefijo constantemente. En su lugar los desarrolladores tendrán que activarlas a través del sistema de flags que incluyen todos los navegadores modernos.

Por último, las extensiones llegarán en algún momento, pero por ahora Microsoft no ha dado más información al respecto. Spartan no estará disponible para Windows 7, por lo que los usuarios que quieran probarlo tendrán que actualizarse a Windows 10, y es algo que deberían de hacer en cuanto salga a la venta puesto que será una actualización gratuita durante un año.

Vía: Ars Technica.