Twitter mantiene una política muy estricta con respecto a las aplicaciones que acceden a su servicio. En un momento dado sólo puede haber un número determinado de usuarios por aplicación, a los que se les asigna un token o identificador. En el caso de las aplicaciones para teléfonos el límite está situado en los 100.000 tokens.

La última víctima en llegar a ese límite es la versión de OS X de Tweetbot, la aplicación más popular para utilizar Twitter en iOS. Actualmente ha desaparecido de la App Store, y a medida que se liberan tokens (usuarios que se dan de baja de Tweetbot) otros están pudiendo obtener un token para su cuenta.

Teniendo en cuenta las enormes carencias que tiene el cliente oficial de Twitter para los distintos sistemas operativos en los que está disponible, esta persecución que inició en 2012 de las aplicaciones de terceros mejores que su cliente es mala para el usuario. Pero es necesaria para Twitter puesto que de otra forma no podría mostrar anuncios personalizados, recomendar cuentas que paguen para obtener seguidores, etc.

La situación económica de Twitter no es buena y sigue viviendo de inversores, sin un modelo de negocio claro que les permita ver el futuro con certidumbre. No me extrañaría que en un momento dado Twitter incluso retirara la posibilidad de que existan aplicaciones de terceros salvo que aceptaran incluir sus anuncios. Tiempo al tiempo.

Vía: Slash Gear.