Las herramientas de productividad están entre los productos estrella de las distintas compañías que desarrollan software. Estos productos se centran cada vez más en la interoperabilidad con los servicios en la nube, así como en la posibilidad de trabajar con los formatos de archivo más empleados por los usuarios.

En estos servicios en nube Google siempre ha ido por delante, desde la adquisición de Writely, la base de Google Docs, en 2006, aunque durante el último año otros servicios, como los de Microsoft, les habían superado en cuanto a prestaciones. Finalmente, durante este 2014 la compañía de Mountain View se ha puesto manos a la obra, finalizando el ejercicio con mejoras muy notables en las prestaciones de sus apps de ofimática (Drive, Sheet, Slides y Forms).

Para empezar, ahora todas ellas pueden trabajar sin problemas con los formatos propios de Microsoft Office, sean archivos de Word, Excel o PowerPoint. A parte de esto, el trabajo colaborativo se ve impulsado con la posibilidad de ver en el momento los cambios que otros usuarios hacen sobre ellos, pudiendo conversar con ellos sobre los mismos y, además, aceptarlos o rechazarlos a golpe de ratón. Todo un avance y que se agradecería en otros servicios de la competencia.

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No acaban aquí las novedades. Se han incorporado pequeñas mejoras a la edición de imágenes, al empleo de balas para realizar listas o al trabajo con tablas o formularios. Todo ello, unido al uso complementos de terceros, hacen que Google Apps ganen potencia y le permitan recuperar el terreno perdido ante la competencia. Sólo una cosa se echa de menos, y es una app similar a OneNote, esa herramienta tan potente como infrautilizada. Quien sabe. Quizá el año que viene.

Vía: Google Drive Blog.