Este años se ha extendido a la gama media las pantallas con buenas resoluciones de pantalla. Una senda iniciada a finales de 2013 con teléfonos como el Moto G. Por eso va siendo cada vez más habitual tener que discrimar la compra o no de un teléfono si no tiene una densidad de píxels 290 a 300.

Los que más densidad de píxels tienen ahora mismo son teléfonos como el LG G3 o el Samsung Galaxy Note 4, con unos 550 ppp por sus pantallas QHD. ¿Qué pasaría si metiéramos esa resolución en una pantalla de 4,1 pulgadas? Pues que esa densidad se dispararía hasta los 736 ppp, que es lo que propone Sharp con la presentación de su nueva pantalla de tipo IGZO, utilizada por fabricantes como Apple.

Además promete la llegada de pantallas con resolución 4K (3960 x 2160 píxels) para el 2016. Si te estás preguntando para qué podrías querer una pantalla 4K en 4 a 5 pulgadas de pantalla, hay que mirar a las gafas de realidad virtual. Serían el producto idóneo para ellas más que para smartphones y tabletas, ya que la densidad de píxels es fundamental para que no se vean cuando tenemos las pantallas pegadas a los ojos.