El sector de los ratones para gaming es bastante grande pero en la variedad está el gusto. El Razer Ouroboros aporta su granito de arena a esa variedad por estar adaptado tanto para ser usado por diestros como por zurdos. Pero su alto grado de configurabilidad y el software que le acompaña son las bases de un gran ratón.

Yo no soy de los que se gastarían más de 100 euros en un ratón, pero he de reconocer que tras probar el Ouroboros lo estoy reconsiderando. Puesto que tengo la mano grande, muchos de los ratones de bajo precio suelen estar pensados para manos "estándar", tirando a pequeñas. He tenido que ir muchas veces a las tiendas en busca de un nuevo ratón por haber comprado por internet uno con el que me siento incómodo al utilizarlo por ser pequeño.

El encanto especial de Razer Ouroboros reside en poder personalizarlo para adaptarlo a nuestra mano. La parte trasera del ratón, que debe quedar en la palma de la mano, se puede estirar y encoger para que repose como mejor nos convenga. Pero además podemos regular su altura para que nos sintamos lo más cómodos posibles sujetándolo. En los laterales también podremos poner unas aletas sobre las que descansen el pulgar y el meñique, o simplemente añadirle unas piezas de plástico para darle un toque más bonito al ratón. O no ponerle nada para aligerarle un poco de peso, aunque no demasiado.

Teniendo en cuenta lo importante que es que el ratón responda lo más rápido posible en los shooters, hay dos botones debajo de la ruedecilla que nos permitirán cambiar al vuelo la sensibilidad del ratón. A parte cuenta con diversos botones en los laterales, los cuales son configurables mediante la aplicación Synapse 2.0, que es uno de los puntos fuertes de los productos Razer. Es realmente preciso con sus 8.200 dpi, y quizás hasta que lo configuras a tu gusto se mueva más de lo que quieres. Nada como pasar por el calibrado del ratón que tiene capacidad de tener en cuenta hasta la alfombrilla que usamos.

No he hablado del diseño todavía por que ya habréis visto sus fotos. Su aspecto es cuanto menos curioso, pero la iluminación verde queda bastante bien en el escritorio. La caja del ratón incluye un soporte que hace las veces de cargador de la pilar recargable AA que necesita para funcionar de forma inalámbrica. El cable USB lo podremos conectar a la base o al ratón para aprovechar los dos modos de uso, y para activar el modo inalámbrico no hace falta más que apretar los dos botones de control de DPI para encenderlo o apagarlo.

El ratón cuenta con un indicador del nivel de batería, pero Razer promete hasta 12 horas de juego continuado con una sola pila, aunque habiéndolo probado no llega a tanto, quedándose más cerca de las 10 horas. Personalmente me parece poco, pero no es algo que me preocupe puesto que tengo una buena cantidad de pilas recargables por casa por que todos mis periféricos son inalámbricos. Otros usuarios prefieren que sean con cable para no preocuparse de las pilas, pero eso ya es cuestión de gustos.

Mención especial tiene el stand/base de carga. El cable microUSB que se puede conectar al ratón para convertirlo en "cableado" se puede conectar a la base también. No es precisamente fácil poner el ratón en ella, pero si le dedicamos unos minutos a ver cómo engancharlo a la primera siempre, al menos en mi caso lo he conseguido poniéndolo de abajo hacia arriba. No es nada que perjudique al ratón en sí, pero podría contar con un soporte más infalible. Si no estamos finos nos podemos pasar un rato intentando dejarlo en el dock para que se recargue.

En pocas palabras

Razer Ouroboros es un ratón cuya compra hay que considerar si queremos un buen ratón para juegos. Su alta personalización para adaptarlo a nuestra mano pero también a nuestro modo de manejarlo, el diseño y las opciones de configuración son todo puntos muy a su favor. ¿El lado negativo? Pues me temo que, como ya he comentado, su precio: 150 euros. Sí, podemos encontrarlo más barato, pero aun así es un buen dinero por un ratón.

Por supuesto que no es un modelo para todo el mundo. Si no jugamos mucho a juegos en primera persona, seguramente ni nos interese. Pero cuando nos gastamos un dineral en una placa base con un controlador Ethernet que reduzca microsegundos la comunicación con los servidores de juego, por poner sólo un ejemplo de los beneficios de las placas de gaming, el poder controlar el polling del ratón es una pieza más en ese puzzle que es conseguir el mejor equipo para juegos.

Puntuación

8.0

sobre 10

Lo mejor

  • Gran capacidad de personalización.

Lo peor

  • No está al alcance de todo el mundo.