Samsung ha celebrado hoy un evento por todo lo alto para presentar sus nuevas tabletas de gama alta. Se trata de las Galaxy Tab S que, según indicaban los rumores, van a ser las primeras en contar con una pantalla Super AMOLED de alta resolución (1600x2560 píxels) en dos tamaños: 8,4 y 10,5 pulgadas.

El procesador elegido por Samsung es el Exynos 5420 para las versione WiFi y WiFi+3G, y el Snapdragon 800 para la versión WiFi+LTE. Cuentan con 3GB de RAM, cámara trasera de 8 megapíxels y frontal de 2,1MP, lector de tarjetas microSD de hasta 128GB y baterías de 4.900 y 7.900 mAh. En cuanto al aspecto, destacan por dos cosas: su ligereza y su finura.

La versión de 8,4 pulgadas pesa solo 294 gramos y tiene 6,6 milímetros de grosor, el cual comparte con la de 10,1 pulgadas aunque esta pesa 465 gramos (4 gramos menos que el iPad Air). Las pantallas van a destacar por ser las que muestren los mejores colores debido a la superioridad de la tecnología Super AMOLED en este apartado.

En el terreno del software, Samsung ha incluido el lector de huellas dactilares, con intención de seguir incluyéndolo en más productos a lo largo de este año. Aunque debería de "repensar" la forma en que funciona, no deja de ser útil para un sector de los usuarios. Incluyen la interfaz Magazine UX, la capacidad Multi Windows para que varias aplicaciones compartan pantalla al mismo tiempo, S Voice, Milk Music (el servicio de streaming de Samsung), Quick Connect, y SlideSync 3.0 entre otras.

Estas tabletas se pondrán a la venta en julio (fecha por determinar) a un precio de 399 dólares por la Galaxy Tab S 8.4, y 499 dólares por la Galaxy Tab S 10.5, en la línea de los precios del iPad Air y el iPad mini, con las que va a competir cara a cara y sin envidiarlas nada.

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