Es habitual que nos preguntemos cómo puede ser que los teléfonos cuesten tan caros cuando muchas veces el hardware que incluyen no vale ni una tercera parte del precio de venta. El motivo, según un paper de investigación, está relacionado con los royalties que tienen que pagar las empresas por cada teléfono vendido.

Si tomamos un precio de referencia de 400 dólares para un smartphone, 120$ son pagados en concepto de royalties por las patentes utilizadas para su funcionamiento. Estas suelen estar relacionadas con los sistemas y tecnologías de transmisión de información, como 3G o LTE. Otros 120 a 150 dólares se pagarían en concepto de coste de hardware. Si el coste de incluir LTE son 60$, el procesador de banda base para realizar la transmisión es de tan solo 10 a 13 dólares. Una diferencia más que significativa y un sobrecoste importante.

Esta situación se da en las empresas que no tienen ninguna forma de recortar el gasto en royalties. Otras como Samsung y Microsoft (con gran cantidad de patentes de tecnologías relacionadas con telefonía) pueden llegar a acuerdos entre ellas para intercambiar licencias y que no afecte al coste de sus dispositivos. El estudio que ha revelado estos datos no tiene en cuenta este tipo de acuerdos en sus conclusiones ya que no hay datos sobre su impacto en los costes reales de los teléfonos.

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Vía: SlashGear, SlashGear.