Las grandes empresas siempre han sufrido el escrutinio en el pago de impuestos por parte de los gobiernos, y las empresas tecnológicas relacionadas con Internet (las conocidas como punto com), más todavía. Dejando a un lado que no es normal que en Europa haya una moneda única pero no una única forma de pagar impuestos que las lleva a asentarse en Irlanda para pagar unos impuestos realmente bajos, Google va a recibir más preguntas sobre sus prácticas en el Reino Unido.

Esto lleva a que el gobierno británico haya calculado que Google ha dejado de pagar hasta 6 millones de euros en impuestos en el país. El motivo no es otro que las sospechas de que el cierre de suculentos negocios por parte de Google se podrían estar realizando desde el departamento comercial de Reino Unido y no por los comerciales situados en Dublín, Irlanda.

Las pruebas son más de 150 perfiles de empleados de Google en LinkedIn que viven en Reino Unido y que estarían sugiriendo que están involucrados en esos procesos de ventas. Además, en las ofertas de trabajo de comerciales indicarían que la ubicación del trabajo es en Reino Unido.

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Y como los impuestos por ventas se pagan en el país en el que se cierra el negocio, Google debería al Tesoro de su Majestad unos cuantos millones de euros, más las cantidades oportunas por impago o incluso cargos de evasión de impuestos.

Por supuesto, Google dice que las descripciones de los puestos de trabajo pueden inducir a error (que él no ha hecho nada malo, vamos) y que van a hacer cambios para dejarlo claro. Pero de momento no hay una fecha concreta en la que la empresa será convocada a dar explicaciones, pero no será a mucho tardar.