La nueva generación de procesadores Intel que va a ver la luz este año se caracteriza sobre todo por un consumo ridículo mientras el computador esté en reposo. También contará con la típica mejora de rendimiento, pero no se espera que sean superiores al típico 10 a 15 por ciento de una generación a otra.

Las computadoras suelen consumir unos 3 Watios cuando están en reposo, por lo que en unos pocos días pueden quedarse sin batería. Pero Intel quiere resolver este problema en Haswell, y ha querido compartir un desglose de en qué se van a gastar los 100 mW que van a consumir a partir de ahora. Una cantidad similar a la de los procesadores ARM, gracias a un nuevo optimizador de consumo desarrollado por la compañía, y la gestión del estado de reposo profundo de la CPU y el PCH, diseñado para controlar por ejemplo la pantalla o el USB de forma más eficiente hace unos años.

intel-power_01
intel-power_02
intel-power_03