La irrupción de Microsoft en el mundo de las tabletas ha dado un giro en el modo de ver las cosas de Nokia, su gran aliada en el entorno de Windows Phone desde 2011. Por eso quizás la empresa finesa haya decidido estudiar las posibles amenazas a su negocio, y ha decidido incluir a Microsoft entre ellas.

Por una parte, si Microsoft decidiera dejar de invertir fuertemente en Windows Phone (o incluso cerrar el negocio), los esfuerzos de Nokia se verían comprometidos, así como sus beneficios y viabilidad de futuro. No es algo que realmente pueda pasar, pero es una posibilidad que existe ahora que ya lleva unos años en el mercado y que hay que prepararse para tal eventualidad. Los planes de contingencia nunca están de más.

Por otro lado, la entrada de Microsoft en el mercado de las tabletas también preocupa a Nokia. Aunque no veían posible que sacaran un smartphone propio, parece que han cambiado de opinión y lo han expuesto como el segundo mayor riesgo para su negocio. Ahora mismo el Nokia Lumia 920 es el buque insignia de todo Windows Phone 8, pero si Microsoft tomara la decisión de sacar un smartphone Surface, sería un duro golpe para los fineses. Dejaría de recibir la máxima atención del público que, si Microsoft sacara un buen producto, vería menguadas sus ventas.

Eso sí, no parecen muy probables ninguna de estas dos opciones, pero el que las estén estudiando como amenazas de su modelo de negocio es, cuanto menos, interesante.