Greenpeace dio una de las peores notas medioambientales a Apple esta semana bajo el supuesto de que su nuevo datacenter de Carolina del Norte iba a necesitar 100 MW de electricidad en los momentos de máximo uso, mientras mantienen otro en construcción en Oregón. Se trata de una planta que va a ser construida con una zona de paneles solares y de biogas para suministrarle energía. Y protestaron en Cork, en Irlanda, por ello.

La nota mala fue porque esa suposición de 100 MW entendía que las energías renovables sólo iban a suministrarle 20 MW y que el resto usaría centrales de carbón (que todavía EE.UU cuenta con unas 600, aunque hace unos años detuvieron los planes de construcción de otras 150) para conseguir todo el suministro necesario.

Apple replicó que solo necesitarían 20 MW en su datacenter en momento de máximo uso, y que provendría casi toda de las energías renovables. ¿Cuál ha sido el fallo matemático en la evaluación por parte de Greenpeace? Que tomaron los 1.000 millones de dólares de inversión en el datacenter destinándolo solo a equipos, obviando el coste de construcción de la planta solar y la de biogas.

Normalmente, por cada 8 a 15 millones de dólares de inversión en un datacenter se requiere 1 MW de consumo. Por tanto, con 1.000 millones y una demanda para los sistemas que no son ordenadores de en torno a un 50%, requerirían cerca de 100 MW para ese datacenter. Pero si a eso le restamos el coste de construcción de las centrales energéticas, tenemos que sólo invertirá en los equipos en torno a 200 o 300 millones de dólares, destinando el resto a investigación, desarrollo y construcción de centrales de energía solar y biogas.

Sinceramente, creo que Greenpeace debería tener mucho más cuidado en los cálculos que hace, porque Apple es una de las compañías tecnológicas que más cuidado tiene en que sus productos sean lo menos contaminantes posible, incluso yendo por delante de las legislaciones vigentes. Con pataleta incluida por parte de Greenpeace ya que no se creen los datos de Apple (se deben pensar que levantar una central solar es barato), aunque estén en su derecho, pero el no tener en cuenta el coste de construcción de las centrales de energía deja muy en entredicho los cálculos de su estudio.

Y es que hablar de Apple está de moda, ya sea por la Guerra de Patentes actualmente en curso entre distintas empresas tecnológicas o por su disparatado valor en bolsa, y si aparece tu nombre a su lado te da publicidad. Aunque en este caso, no haya terminado siendo demasiado buena para Greenpeace.