Las grandes compañías norteamericanas de streaming de películas y series, como Netflix, Hulu y Amazon, están apostando por la creación de contenido original además del que tienen contratado con los diversos estudios y cadenas de televisión. La semana pasada se puso en Netflix la primera temporada de House of Cards, con Kevin Spacey y Robin Wright.

Netflix se puede contratar fuera de EE.UU usando plugins para los navegadores, como Media Hint u Hola Unblocker. Todas las películas y series están subtituladas en inglés, así que es una buena forma de aprender el idioma además de ver una gran cantidad de contenido en un único sitio que no tiene rival en nuestro país.

Dicho esto, House of Cards es una serie que capta la atención del espectador desde el primer episodio. El escenario es el Congreso de los EE.UU, donde Kevin Spacey es un veterano congresista llamado Francis Underwood que ha apoyado activamente a un recién elegido presidente a cambio de ser nombrado Secretario de Estado. Cuando se entera de que finalmente no le van a dar el cargo, da comienzo una trama de manipulación para vengarse.

Todo está narrado de una forma excelente, aunque en algunos episodios pierde un poco el empuje que tiene la serie, aunque sea solo momentáneamente sin desmerecer en absoluto a la serie. Lo mejor es sin duda Kevin Spacey, sobre todo cuando habla directamente a la cámara, al espectador, para explicar cosas puntuales referente a lo que va a hacer a continuación o la verdadera motivación de alguno de los demás protagonistas. Quizás en algunos episodios no hacen demasiado uso de esa técnica narrativa echándose un poco en falta que te explique porqué está haciendo algo, pero al menos no abusan de ello tampoco.

El productor de la serie, David Fincher, es además el director de los dos primeros episodios, seguramente de lo mejor de los 13 de la primera teporada. A medida que se va desarrollando la trama, nos daremos cuenta del verdadero objetivo del congresista Underwood. Está acompañado por su mujer, encarnada por Robin Wright (que dirige una organización internacional sin ánimo de lucro aunque manejen una gran cantidad de fondos, y quizás igual de ambiciosa que su marido), y Jaclyn Jones que da vida a una periodista con la que contacta Spacey para hacer pública toda aquella información que ve oportuna (sea o no cierta). Robin Wright es la única de todo el reparto que puede robarle protagonismo a Kevin Spacey.

Quizás más de uno termine odiando a Kevin Spacey, excepcional en su papel, aunque prácticamente todos los actores lo hacen estupendamente, con algún secundario que, bueno, siempre podrían haber escogido a un actor mejor. Es una gran serie que complementa el mundo de arcoiris y piruletas que llegaba a ser otra gran serie con temática similar de no hace demasiados años, El Ala Oeste de la Casa Blanca. La complementa porque muestra un mundo más sórdido y oscuro, los verdaderos bajos fondos del mundo de la política.

No se cuánto tardará en estar doblada al español, aunque el título "Castillo de Naipes" (como se debería de traducir) es un ejemplo perfecto de lo que nos espera: una trama que no sabes cuándo va a derrumbarse deparando sorpresas.

Puntuación

8.0

sobre 10