Siendo todo un clásico de los juegos de tablero, Los Colonos de Catán hizo que perdiera horas y horas jugándolo con los amigos de la universidad. Desde hace tiempo está disponible para iOS, pero no ha sido hasta hace unos días que lo adquirí para jugarlo en el iPad, y no me arrepiento de la compra.

El juego consiste en evolucionar en un mapa de hexágonos que representan una isla. En ella, tendremos que competir contra los demás jugadores (el juego es recomendado para 3 ó 4 jugadores) por ser el que tenga más asentamientos, la carretera más larga o el mayor ejército.

Podéis comprar la aplicación desde iTunespor 3,99 euros.

El juego de tablero

Básicamente, cada hexágono contiene un número y representa un recurso de cinco posibles: adobe, madera, piedra, trigo y ovejas. Cada jugador inicia el turno lanza dos dados de seis caras y los jugadores que tengan un asentamiento alrededor de una casilla con este número recibe uno o dos recursos (dependiendo de si es un asentamiento o una ciudad lo que tiene puesto). Con esos recursos va adquiriendo nuevas carreteras y asentamientos, o puede comprar cartas especiales (que representan soldados, puntos de victoria adicionales u otras mecánicas como obtener el recurso de un tipo que tengan todos los jugadores).

Si un jugador saca un 7, hay que mover la figura del ladrón a una casilla, que pasará a no producir nada, y podrá robarle una carta a un jugador que tenga un asentamiento a su alrededor. El objetivo del juego es llegar a 10 puntos de victoria (un asentamiento vale 1, una ciudad 2, la carretera más larga 2, etc.), y suelen durar media hora o una hora las partidas (aunque la inquina puede hacer que duren mucho más). Se puede negociar entre jugadores los recursos y cambiar varias cartas de un mismo tipo por otra de un tipo específico que queramos.

El juego de dispositivos móviles

Me he dejado cosas en el tintero de las reglas, pero ahí está más o menos representado. Analizando la versión de iOS que nos ocupa, los gráficos no son gran cosa, pero hace completamente su función. Además, podemos optar por jugar contra la máquina o contra otros jugadores compartiendo el dispositivo. La interfaz es sencilla y medianamente intuitiva aunque al principio me hacía un poco de lío con la ventana de intercambiar recursos.

El trapicheo de recursos, el construir casas y carreteras para bloquear la expansión de los demás o mover el ladrón a jugadores que nos están molestando es uno de los mayores alicientes de Catán.

Existen varios tipos de inteligencia artificial para los bots de la máquina, y en algunos casos pueden plantear cierto reto ganarlos (y si el azar se nos pone en nuestra contra, no tenemos nada que hacer). Entre las opciones al crear una partida está que no tenemos que limitarnos a las condiciones de victoria y/o una única isla principal, sino que podemos elegir entre distintos escenarios. Hay algunos bloqueados que se necesitarán la expansión de Seafarers of Catan para jugarlos. Y también tendremos que comprar la expansión si queremos desbloquear el modo campaña con el que cuenta el juego.

Conclusión

Las reglas del juego están perfectamente trasladadas a la aplicación, y estoy seguro que proporcionará horas y horas de entretenimiento en viajes y en aquellos momentos en los que no queremos sacar la versión de tablero para jugar. Aunque por supuesto, la versión de tablero siempre estará mejor (por aquello de que compartir un iPad para jugar no es lo mismo que tener los recursos y tarjetas en la mano. Como solemos decir en mi grupo, "Este juego es ideal para romper amistades".

Puntuación

8.0

sobre 10