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Intel lleva un año y medio bastante malo en el terreno de la producción de procesadores que, con la creciente competencia de AMD, le está afectando a su cuenta de resultados. La compañía no puede reducir los precios sin afectar sus beneficios si antes no consigue aumentar la producción, y por eso ha pedido disculpas en una carta a sus socios por los continuos retrasos en la entrega de lotes de procesadores.

AMD ha renovado este año su arquitectura Zen con la versión Zen 2 que ha traído al mercado la era de los chíplets. Eso ha llevado a la división de los procesadores Ryzen 3000 de sobremesa en un chip de control y un chíplet con los núcleos en sí, lo que a la postre ha mejorado sustancialmente el acceso y compatibilidad con la memoria. Pero la arquitectura que le sucederá en 2020, la Zen 3, va a traer mejoras igualmente importantes.

Intel presentará dentro de relativamente poco, como mucho quizás principios de enero, la nueva serie de procesadores Core de sobremesa correspondientes a su 10.ª generación. Estos procesadores serán fabricados nuevamente con un proceso de 14 nm pero removerán la alineación de procesadores de Intel para hacer frente a la creciente competencia de AMD y sus Ryzen 3000, los cuales empiezan a hacer daño a su cuenta de resultados.

Los procesadores de Intel no andan finos en los últimos años debido a una implementación con vulnerabilidades de la ejecución especulativa, con Meltdown y Spectre como principales ejemplos. En mayo aparecía una nueva tanda, y entre ellas se situaba ZombieLoad, englobada dentro de una vulnerabilidad genérica conocida como muestreo de datos de microarquitectura (MDS, microarchitectural data sampling).

Si se creen los rumores, AMD estaría ultimando su alineación de procesadores Ryzen 4000 para portátiles y serían presentados a principios de 2020. Estos procesadores llegarán con una arquitectura Zen 2 y por tanto serán sustancialmente más potentes que los modelos actuales, y si mantiene el diseño de chíplets de los Ryzen 3000, entonces llegará con un chíplet para los núcleos de procesamiento y otro para la unidad gráfica integrada (iGPU).

AMD ha removido la gama baja de procesadores con el nuevo Athlon 3000G, que mejora el presente Athlon 200GE. El chip incluido está basado en la arquitectura Zen+ con dos núcleos físicos con multihilo, y por tanto no es muy distinto al indicado, pero sube 300 MHz su frecuencia base —o solo 100 MHz más frente al Athlon Pro 300GE—, situándola en los 3.5 GHz.

AMD va a completar la parte de arriba de la gama de procesadores Ryzen 9 con la puesta a la venta del modelo 3950X el próximo 25 de noviembre. La compañía se está tomando con calma el lanzamiento de estos procesadores más potentes, junto a los Threadripper 3000, debido a ciertas dificultades de producción por parte de TSMC, que básicamente no da abasto para producir todo lo que le demandan a 7 nm.

AMD retrasó el lanzamiento de los Ryzen Threadripper 3000, por una serie de razones que habría que analizar detenidamente, y finalmente ha llegado noviembre y ha anunciado los dos primeros modelos. Se trata de los Ryzen Threadripper 3960X y Ryzen Threadripper 3970X, y van a ser de lo más potente en su rango de precios, siendo de dieciseís y veinticuatro núcleos físicos con multihilo respectivamente.

AMD tiene una asignatura pendiente y es el mercado de los portátiles. Ha sido por el momento incapaz de hacer frente a Nvidia en las tarjetas gráficas, con pocos modelos que incluyeran una gráfica Polaris aunque ahora está apostando con la RX 5500M, y tampoco ha sabido hacer frente a Intel. Sin embargo, Lisa Su es de ir dando pasitos de bebé para conseguir su objetivo, y en 2020 va a dar un gran paso para dar un gran mordisco a este sector de los portátiles.

Intel ha renovado sus procesadores Xeon para servidores con la serie E-2200, y está compuesta por doce modelos diferentes. Estos van desde los cuatro núcleos sin multihilo hasta los ocho núcleos con multihilo, con una potencia de diseño térmico (TDP) que va desde los 71 W hasta los 95 W.