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El año pasado fue bastante malo para los grandes fabricantes de chips de memoria por el desplome del sector consumo. Así lo recoge un informe de Gartner que clasifica a las empresas que producen chips, aunque sea a través de fundiciones, según el valor estimado de los chips. Normalmente Samsung ha venido siendo el principal vendedor, pero en esta ocasión ha caído al segundo puesto con unos ingresos de unos 39 905 millones de dólares, lo que supone un desplome del 37.5 % respecto a 2022.

Solo han pasado algunos meses desde que la inflación en Occidente se ha contenido, pero eso no significa que no siga aumentando de manera alocada en los alimentos, y que la electrónica en general haya sufrido un aumento de precios de en torno a 20-30 % en los últimos dos años. Mediante un aumento directo del PVPR o mediante la reduflación: te ofrecen un nuevo móvil bonito por 200 euros, pero con un procesador de hace cuatro años, o recortando en otros aspectos. Pero, ¡ey!, sigue todo al mismo precio. O no. Lo que parece evidente es que al sector de la electrónica en general, y los PC en particular, va a necesitar varios años para recuperarse. Eso sí, IDC asegura que la recuperación empezará ya en 2024, pero tímidamente.

Se espera que el sector PC empiece a mejorar en la segunda mitad del año, aunque no será hasta el próximo año cuando empiece la verdadera recuperación. De momento ha habido una cierta mejoría en los ordenadores distribuidos en la segunda mitad del año, aunque hay que tener en cuenta que ha sido de cara a la campaña de vuelta a la rutina que en la mayor parte de Occidente tiene lugar en agosto, por lo que en julio los equipos tenían que estar en las tiendas.

La fiebre de la inteligencia artificial está empujando la producción de ciertos tipos de chips, en lo cual se incluye la memoria de alto ancho de banda (HBM). Según la previsión de TrendForce, en 2024 se habrá duplicado su producción, que es la memoria que usan los procesadores (tanto CPU como GPU) más aptos para inteligencia artificial. Más allá de esto, los fabricantes de esos procesadores también están tratando de aumentar la producción de métodos de encapsulamiento avanzados.

La coyuntura económica se sigue haciendo notar en el sector PC, y sobre todo en los resultados de los vendedores de equipos premontados (OEM). Al menos según los análisis, que en el caso de IDC indica que las ventas del se desplomaron un 13.4 % interanualmente en el segundo trimestre de 2023. Eso sí, hubo algún ganador en todo esto, y muchos perdedores.

El sector de la electrónica ha vivido un año y medio convulso por distintos motivos, entre ellos la falta de chips, un ciclo rápido de actualización al principio de la pandemia de la covid-19, o la inflación disparada en la mayoría de países de Occidente, pero poco a poco va recuperándose. Un sector que podría tener un año mejor del esperado es el de los portátiles ya que si bien en el primer trimestre del año las ventas cayeron un 10 % intertrimestralmente, el segundo trimestre ha ido mejor de lo esperado con un aumento del 15.7 %.

La segunda mitad de 2022 supuso un revés económico para el sector de la electrónica debido al hundimiento de la demanda. No es que esta primera parte de 2023 esté siendo mejor, pero al menos los datos de TrendForce apuntan a que, de media, los diez principales diseñadores de chips han frenado la caída de ventas. Unos más que otros, y en algún caso incluso han conseguido aumentarlas, teniendo en cuenta que el primer trimestre del año es flojo tras el trimestre navideño.

Con la caída de ventas de PC tras la pandemia de la covid-19, los compradores se han centrado más en ciertos periféricos a la hora de actualizar sus equipos. Durante la pandemia hubo tal explosión de ventas que bastante menos gente de lo normal necesita renovar sus PC, lo cual es uno de los motivos del desplome de ventas de incluso los monitores. Los productores vieron un desplome generalizado del sector de en torno al 20.5 % en el primer trimestre de 2023, en este caso hablando de su producción y no de ventas finales.

Los fabricantes de chips de memoria, DRAM y NAND, están recortando gastos y reduciendo producción para evitar una catástrofe en el sector. Han pasado en un año de tener ingresos récord a tener unas abultadas pérdidas a las que tienen que hacer frente. Pero como ocurre con la DRAM, la NAND 3D seguirá cayendo en el segundo trimestre de 2023 así como los productos que usen este tipo de chips como el almacenamiento UFS para móviles o las SSD.

Los productos de chips de memoria, principalmente de NAND y DRAM, han tenido que revisar a la baja sus planes de producción y de expansión de esa producción. El desplome de la demanda, que sigue siendo fuerte durante este primer trimestre de 2023, está arrastrándolas a una espiral de bajadas continuas de precio que las habréis visto en las gráficas de coste por euro de los artículos de SSD y RAM. Según los datos de TrendForce, el precio medio de venta en este primer trimestre ha caído un 20 %, afectando más a unos tipos de memorias que a otros.