Si había algo que marcaba la cercanía del verano boreal era el E3. Y digo «era» porque la organización responsable de la feria del videojuego por excelencia echa el cierre. Así lo ha indicado la Entertainment Software Association (ESA) después de cuatro años en los que no ha podido celebrarlo en condiciones. Es una de las víctimas de la pandemia de la covid-19.

Así lo ha indicado el E3 en su Twitter. Tras un par de años de versión virtual, al intentar retomar el formato presencial las compañías no parecían interesadas en ello. Bien es cierto que la feria ya acarreaba problemas antes de la pandemia y empresas como Electronic Arts optaron antes de 2020 por realizar un evento separado pero cerca de donde se desarrollaba el E3.

Pero la vuelta a la normalidad normal, y no esa tontería de la «nueva normalidad» inventada por los chinos y adoptada por políticos de medio mundo con dejes de dictadores, se cobró como víctimas a su vuelta a la presencialidad a Sony y Microsoft. Y sin ellas, ciertamente no hay E3. Así que a la ESA no le ha quedado más remedio que echar el cierre. Si vuelve en algún momento, ya se verá. Y si viene alguna feria sustituta, pues lo mismo. Ahora mismo solo queda la Gamescom como la más importante en Occidente.