Con la actual generación de consolas ya madura, las compañías de videojuegos han tenido mucho tiempo para experimentar en cómo sacar el máximo partido de los chips gráficos que usan. Con la llegada de Red Dead Redemption 2, otro juego para los anales de la historia de los videojuegos que ha producido Rockstar Games, muchos miran recelosos de la capacidad gráfica de la actual generación de consolas Xbox y PlayStation.

Digital Foundry, un habitual en el apartado de analizar el funcionamiento gráfico en consolas de videojuegos, ha analizado el juego en Xbox One S, Xbox One X, PlayStation 4 y PlayStation 4 Pro. De las consolas «4K», solo la Xbox One X consigue mover el juego a 4K nativos, mientras que la PlayStation 4 recurre al supermuestreo para generarlos a una resolución menor y mostrarlo por pantalla a 4K.

Además, mientras la Xbox One X mantiene los 30 FPS de manera consistente, la PS4 Pro no lo consigue, como tampoco lo consigue la PS4 con una sustancial bajada de calidad gráfica frente a la Xbox One S, lo cual resulta aún más curioso.Digital Foundry apunta a que pudiera ser una mera cuestión de frecuencia de reloj de la APU de la Xbox One S frente a la PS4, si bien en general se ve mejor en la consola de Microsoft, por lo que tiene que haber algo más. Podría tener más que ver con la biblioteca gráfica de bajo nivel que usa una y otra consola y que beneficia a la plataforma de Microsoft. Lo cual, a la postre, son buenas noticias para el portado a PC que se espera para en torno a un año, si bien no hay nada anunciado ni oficial ni oficiosamente.

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Vía: VG24/7.