El primer descolgado de la guerra por la nueva generación es la Wii U tras la confirmación oficial por parte de Nintendo de la falta de interés de los consumidores por su última consola. Con poco más de un año de vida, sólo ha conseguido vender poco más de 2 millones de unidades, muy lejos de los 4 millones de PS4 y 3 millones de Xbox One vendidas en mes y medio.

Nintendo ha anunciado un recorte en la previsión de ventas a nivel mundial de un 70%, hasta una previsión de 2,8 millones en el periodo de doce meses que finaliza el 31 de marzo, y también los de su consola 3DS que baja desde los 18 millones hasta los 13,5 millones. Nintendo está siendo incapaz de adaptarse a los tiempos que corren, con decisiones como sacar la Wii mini o la Nintendo 2DS que no han conseguido abrirse paso hasta los hogares de los consumidores.

Las expectativas de pérdidas para el año fiscal llegarán hasta los 335 millones de dólares frente a su expectativa inicial de unos beneficios cercano a los 1.000 millones de dólares. Nintendo parece que no está entendiendo la orientación que está sufriendo el mercado de los videojuegos hacia dispositivos móviles (tanto Microsot como Sony se han integrado y adoptado los juegos para smartphones y tabletas) y está quedándose fuera del mercado. Con estas previsiones, no me extrañaría que en breve tuviéramos una nueva versión de la Wii U.

Vía: TechCrunch.