En la guerra de las consolas de nueva generación podemos ir considerando una primera baja: Nintendo y su Wii U. Considerada por muchos como una consola a mitad de camino entre la generación actual y la que llegará con la PlayStation 4 y Xbox One, no está consiguiendo de momento atraer la atención de los consumidores, ya que sólo ha conseguido vender 160.000 unidades en el segundo trimestre del año.

Desde su lanzamiento el pasado noviembre, Nintendo ha vendido 3.61 millones de Wii U, una cifra que es realmente baja y por la cual muchos estudios de juegos han decidido no seguir sacando juegos exclusivos de Wii U, y otros ni siquiera se plantean sacar adaptaciones para la consola. Teniendo en cuenta que la Wii sigue vendiendo más que la Wii U (tampoco mucho, algo más de 200.000 unidades en el segundo trimestre), ahora mismo tiene un futuro incierto. En los primeros ocho meses de ponerse a la venta la Wii se vendieron cerca de 10 millones de unidades, muy lejos de lo que ha conseguido colocar Nintendo en el mismo periodo de Wii U.

Ese futuro debe pasar, me temo, por una bajada del precio para intentar atraer a los jugones casuales, ya que el precio de 350 euros, por unas características inferiores a la PlayStation 4 y sus 400 euros, no es nada atractivo. Tampoco ha ayudado las dos versiones de Wii U, siendo una, la de 300 euros, bastante poco atractivo para el usuario por sus solo 8GB de almacenamiento que no dan casi ni para descargar un juego de la tienda online.

Ahora solo falta esperar a que Nintendo empiece a sacar los juegos que tiene planeados para intentar volver a captar la atención del consumidor. Tarea difícil, pero que si no lo consigue de aquí a noviembre, fecha de lanzamiento de PS4 y XO, va a tener un año 2014 realmente jodido difícil.