¿Os acordáis de la Wii U? Esa consola que era la punta de lanza en la incursión de la nueva generación de consolas en nuestros hogares. Si no os acordáis, no pasa nada, porque ha tenido seis meses de pocas ventas, y las compañías que estaban desarrollando juegos para la consola de Nintendo empiezan a mostrar signos de cansancio con la plataforma.

Quizás no haya sido el primero, pero el director ejecutivo de Ubisoft, Yves Guillemot, ha dejado claro que ZombiU, uno de los títulos exclusivos que desarrolló la compañía para acompañar al lanzamiento de la Wii U, ha estado lejos de convertirse en un título rentable. Y como bien recuerda, las compañías están en el sector para hacer dinero, no para perderlo.

En el caso de ZombiU, es uno de los pocos ejemplos (o el único) de juego que explota al máximo las posibilidades de la consola en el uso conjunto de la tableta/mando y consola. A pesar de las flojas ventas, todavía no han tomado una decisión sobre el abandono de la plataforma o continuar en ella. Están esperando a que pasen las navidades y ver si despega las ventas antes de tomar cualquier tipo de decisión.

Con la PS4 y Xbox One saliendo al mercado en las mismas fechas... Wii U lo va a tener muy difícil para remontar este año y parte del que viene. Tendríamos que hablar de una remontada a finales de 2014 o principios de 2015, y eso para los desarrolladores de juegos es una opción inviable.

En el caso de Ubisoft, van a seguir llevando juegos a la plataforma, pero no de forma exclusiva para intentar obtener los beneficios que necesitan en el desarrollo de este tipo de juegos. Es el caso de Assassin's Creed: Black Flag, que llegará a Wii U junto con la versión de las demás plataformas. Otras compañías, como Electronic Arts, están empezando su retirada del desarrollo de títulos para la plataforma.

Por último, Guillemot se ha mostrado preocupado por la falta de entretenimiento online con la consola. No es rentable con unas ventas tan bajas mantener abiertos servidores para juegos de la Wii U, lo que la convierte en prácticamente una experiencia offline que, en los tiempos que corren, es un anacronismo.

Nintendo tendrá que tomar ciertas decisiones sobre la Wii U, y la primera me temo que va a ser una bajada de precio de aquí a navidades de la consola. Con un precio de 350 euros por la versión de 32 GB, no puede competir con los 400 euros de la PlayStation 4, de gráficos muy superiores y con un marketing que va a hacer que la veamos hasta en los cartones de leche.