Análisis: SoundPEATS H3 review en español

SoundPEATS está reforzando la parte alta de su catálogo con algunos modelos muy interesantes de auriculares, y los H3 son además un modelo con poco que envidiar a los de otras marcas mucho más conocidas. Es un producto que saca a la compañía totalmente de su zona de confort, pero como iré diciendo en este análisis, consigue destacar frente a competidores teóricamente más fuertes. Eso sí, con un PVPR de 150 euros no son precisamente baratos.

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Videoanálisis

Desembalado

Los H3 llegan en una pequeña caja blanca en cuya portada se destaca algúncódec que implementa y su chip de audio de Qualcomm. Al quitar la sobrecubierta se ve la caja en sí, en cuyo interior está el estuche con los auriculares debidamente protegido y una carpeta con los extras. Ese material incluye unas pegatinas, un manual de usuario, una tarjeta para descargar la aplicación de SoundPEATS, un cable corto USB-A a USB-C y cinco juegos de puntas.

Esas puntas son de distintos tamaños porque, como siempre, al ser unos auriculares con cancelación activa de ruido, «adaptable» como la suelen llamar muchas compañías ahora, se necesita hacer el vacío en el canal auditivo para que realmente funcione la ANC. Para ello además cuenta con tres micrófonos repartidos por la superficie de cada pinganillo, y no está nada mal como comentaré más adelante.

El estuche tiene una forma ovalada, en color negro, remates en dorado, y una tapa transparente que deja ver un poco los pinganillos. Incluye un led de estado en el frontal, un puerto USB-C en la parte inferior, y un botón de conexión en la parte posterior. SoundPEATS habla de que el estuche puede proporcionar en torno a cinco cargas adicionales de los auriculares, y la autonomía total se iría por encima de las 40 h (sin ANC).

Los pinganillos tienen un diseño con cabeza grande, de cuerpo transparente que deja ver la electrónica interior, principalmente en tono dorado y partes en negro. Son bastante elegantes y puestos quedan bien. Es fácil encontrar una posición en el que queden fijos, aunque haciendo deporte, sobre todo cuando se empieza a sudar y con movimientos bruscos, puedan terminar soltándose. Tienen resistencia al agua IPX5, básicamente sudor o contacto ligero con el agua.

La amplia superficie de los intrauriculares es táctil con posibilidad de modificar algunos de los gestos desde la aplicación de SoundPEATS. Como la cabeza de los pinganillos es muy grande, no he hecho toques involuntarios en la superficie al quitarme o ponerme uno de ellos. Sobre los gestos, los reconoce bien. Por ejemplo, para activar el modo juego (baja latencia), son tres toques en el izquierdo, y lo detecta sin problemas.

Características

Los H3 incluyen unos transductores de 12 mm de gran calidad, con una respuesta en frecuencia entre los 20 Hz y 40 000 Hz. La conexión es Bluetooth 5.4, y puede reproducir en una amplia variedad de códecs: AAC, aptX, aptX adaptable, aptX sin pérdida, SBC y LDAC. Es un apartado perfectamente cubierto gracias a su chip QCC3091 de Qualcomm, aunque también complica probarlos con esa variedad.

Principalmente los he usado en iPhone y macOS, por lo que activa AAC, que puede ser algo mejor que aptX, pero peor que aptX sin pérdida. A partir de ahí, probándolo también en un Galaxy S25 y en un PC con Windows 11, no he notado diferencia entre unos y otros códecs, salvo quizás aptX sin pérdida que es igual que LDAC. Considero que tengo un buen oído, sobre todo cuando escucho las canciones que uso en las pruebas de auriculares, pero tampoco tanto como para hacer distinciones de «se ha ido 20 Hz para arriba en ese pasaje».

Los auriculares implementan los perfiles A2DP, AVRCP, HFP y HSP de Bluetooth, por lo que se pueden usar para contestar llamadas, controlar volumen o la reproducción de canciones, etc. También tiene un modo de baja latencia («modo juego») que funciona a la perfección. Si no se tiene activado en Windows y macOS se puede notar claramente el retardo, lo cual significa que está por encima de 250-300 ms, incluso bastante más. Al activarlo, la latencia desaparece y cuando estaba jugando se oían los sonidos exactamente en el momento que se debían producir.

La reproducción de audio es muy buena, y no haría falta añadir nada más. Suelo escuchar durante el día rock, pop o baile, pero también jazz o blues, lo cual hace que toque muchos estilos distintos con énfasis en diversos rangos de frecuencia. Estos auriculares reproducen todas las frecuencias muy bien, aunque con sus detallitos que no desmerecen nada su calidad general.

Las frecuencias bajas están muy bien representadas, y para su tamaño los auriculares generan mucha fuerza. Quizás en algunos casos demasiada, pero llega a los subgraves más profundos fácilmente, así que las canciones que hacen mucho énfasis en los graves suenan muy bien. En canciones como Blood || Water de Grandson, que llega a bajar de los 20 Hz, no se pierde detalle aunque en torno a esa zona se nota que se pierde algún detalle, pero no se pierde para nada la fuerza que debe tener la canción. Esto no ha sido habitual en pruebas que he realizado en modelos de intrauriculares similares, igual o más caros, así que los amantes de los graves pueden estar tranquilos porque es el mejor apartado que tienen cubiertos estos pinganillos.

En cuanto a las frecuencias medias, no suelen dar ningún problema en los intraauriculares actuales, salvo excepciones muy ecónicas que no es el caso. Las parte vocálica de las canciones se escucha nítidamente, así como los instrumentos que tocan esta región. Las frecuencia altas también están muy bien representadas y se nota en canciones de rock de más guitarreo, o en otros tipos de música que tienen tendencia a rondar las frecuencias altas.

Ayuda mucho a la calidad general de los auriculares que reproducen una escena muy amplia y se nota un pelín más, aunque no mucho, al usar LDAC en lugar de AAC. No me llega el oído como para notar la diferencia respecto a aptX sin pérdida, que eso ya cae en el terreno de los audiófilos y no del usuario normal de este tipo de auriculares. Pero no son auriculares para audiófilos, así que no creo que el notar mejor o peor el uso de aptX sin pérdida sea relevante.

Pueden estar emparejados con dos dispositivos a la vez, pero no se mezcla el sonido de ambos, por lo que cambiará entre un dispositivo y otro, con preferencia del primero que se haya emparejado. Para hacerlo hay que emparejarlos con uno, desconectar su Bluetooth, emparejarlos con el otro y luego activar el Bluetooth del primer dispositivo. El cambio de audio entre ambos es rápido por norma general, no tarda ni un segundo. Esto tiene el problema de consumir algo más batería, por lo que hay que tenerlo en cuenta. Tiene algunas limitaciones, ya que no se puede usar con LDAC.

En cuanto a la autonomía, SoundPEATS habla de hasta siete horas de uso de los auriculares con cada carga, aunque el estuche aporta otras cinco adicionales. En la práctica, teniéndolos conectados al móvil y al Mac Studio a la vez y reproduciendo música continuamente a un 25 % del volumen con ANC, me han aguantado en torno a las cinco horas. Es congruente con lo indicado por la compañía. No es una gran autonomía, pero en realidad está bien para tener ANC. El tiempo de recarga es de en torno a una hora cuando se dejan en el estuche, pero en solo diez minutos de recarga puede obtenerse dos horas de reproducción.

Sobre el micrófono, bueno, es de una calidad razonable para ser omnidireccional. La voz se escucha un poco alejada y algo enlatada, pero el algoritmo de cancelación de ruido se centra bien en la voz. Puedes tener a una persona al lado tecleando que no se escuchará demasiado ese tecleo, y si no está tú hablando no se escuchará nada. No es el mejor micrófono que he probado en unos auriculares de su tipo, pero están bastante bien para lo que permite una grabación omnidireccional de la voz.

Programa de configuración

La configuración de estos auriculares se puede hacer en la aplicación PeatsAudio la cual está disponible para iOS y Android. Es una aplicación sencilla de la que sigo sin entender por qué hay que crearse una cuenta para usarla. La distribución de las opciones es correcta, con una pantalla de inicio en el que con varios interruptores se pueden activar rápidamente el modo de baja latencia o el ecualizador dinámico.

Lo fundamental de la aplicación para muchos va a ser los ajustes de ecualización. Hay varios modos predefinidos que dan buen resultado en los tipos de música indicados, pero no he visto necesario usar ninguno de ellos. También existe la posibilidad de usar un ecualizador adaptable que se configura en base a un proceso de unos tres minutos en el que hay que ir diciendo cuándo se empiezan a notar ciertos sonidos. E incluye un ecualizador manual en diez bandas.

La otra característica fundamental para la que sirve la aplicación es para configurar los gestos táctiles en la superficie de los pinganillos. Como he dicho antes, hay que acostumbrarse a la forma de realizar los toques sobre su superficie, y algunos como el triple toque son un poco más erráticos. Pero las opciones para los gestos son las que son y no hay ningún otro que no esté ya asignado.

Dentro de las utilidades que se proporciona en la aplicación hay un localizador de los pinganillos. Se puede hacer que empiecen a emitir un sonido para encontrarlos, y se mostrará en un mapa la última ubicación en la que se usaran. Por último, es desde donde se actualiza el firmware de los auriculares, que fue lo primero que hice nada más empezar a probarlos.

Conclusión

En esta ocasión SoundPEATS ha apuntado a la parte alta del sector de los intrauriculares inalámbricos con bastante acierto. Este modelo dispone de todas las características esperables en esa parte, como una cancelación activa de ruido basada en seis micrófonos y una red neuronal que puede atenuar el sonido hasta 55 dB. En la práctica no lo atenúa tanto incluso si consigues taponar bien el canal auditivo, porque no está a la altura de las soluciones de Bose o Sony, pero es un apartado en el que la compañía está progresando adecuadamente. Y funciona bien, que al final es lo que importa.

El diseño es el de unos pinganillos abultados pero que se quedan bien en su posición. No son como para hacer ejercicio con ellos porque he notado cierta inestabilidad y al tener una cabeza tan grande en la que concentra el peso, los movimientos muy bruscos pueden hacer que se muevan o incluso se caigan. Pero en cuanto al diseño en general, queda muy refinado y bastante bien en el oído. No son los pinganillos más discretos que se hayan diseñado. Lo que no me gusta mucho es el diseño del estuche, pero eso es un problema menor.

En cuanto al sonido, es lo mejor que tiene. En el sonido por defecto suena bien, que luego he visto que se corresponde con el perfil clásico. La escena se notaba muy amplia cuando reproducía desde macOS o iOS, sacaba a relucir mucho detalle y, lo más importante, los graves tenían mucha fuerza. Luego probando las ecualizaciones por defecto lo dejé al final en el de rock. Se va a tener que aplicar alguno porque la respuesta en frecuencia plana cierra mucho la escena, aunque se siguen escuchando bien.

Por lo demás, la autonomía es normal, ni buena ni mala, o tirando a un poco baja cuando se activa la ANC. La aplicación de SoundPEATS es mejorable en algunos detalles, como un apartado que no funciona bien en iOS y provoca que tengas que cerrar la aplicación y volver a abrirla, pero cubre todo lo necesario, como la modificación de gestos o la creación de un perfil de ecualización específico para el usuario. Así que en esta ocasión SoundPEATS ha apuntado alto y la jugada le ha salido bastante bien.

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