Análisis: Sihoo Doro C300 review en español

Las sillas para jugones ofrecen un diseño más agresivo o recargado que las de oficina, que puede llevar a perder ciertos ajustes ergonómicos o de comodidad. Al final no suelen ser sustitutas de las sillas ergonómicas de oficina, que son las que debería de tener cualquiera que se pase horas y horas delante del PC. Así que modelos como los de Sihoo pueden aportar más utilidad real que las sillas para jugones con un diseño más discreto. De entre ellas, la Doro C300 es de las más interesantes, aunque no esté exenta de sus particularidades.

Se puede comprar desde la web de Sihoo por 280 euros.

Desembalado y características

Sihoo envía la Doro C300 en una caja de cartón marrón con poca información de sus características. Al abrirla se puede ver una primera bandeja de cartón reciclado con las patas de la silla, los reposabrazos, el pistón y otros, y a la izquierda hay dos cajas con más elementos para el montaje de la silla como el blíster con tornillos y otros accesorios. También se incluyen unos guantes de tela para manipular los componentes de la silla, pero son de talla pequeña.

Al quitar la bandeja se verá primeramente el respaldo, el reposacabezas, y solo al quitar la plancha sobre la que descansaba el respaldo se puede ver por fin el manual de usuario. Quizás debería de ir arriba del todo, al abrir la caja, y no tan abajo, aunque en última instancia hay que sacarlo todo antes de empezar a montar la silla, ya que por ejemplo el soporte central del pie está debajo de todo lo demás.

En una de las cajas hay un blíster con un par de herramientas para el montaje, una con mango, y la tornillería, arandelas y otras piezas necesarias para el montaje. Es mejor irlas sacando a medida que se vayan necesitando, aunque a la hora de montar la silla se hace obvio cuál es cada tornillo y arandela porque se indica la longitud o diámetro en su nombre. A simple viste se puede sacar fácil.

La calidad de los materiales usados es bastante buena, aunque el acabado a lo cromado del pie de la silla dé una sensación mixta, ni buena ni mala, pero se ve que las patas son de acero de buena calidad. La rejilla del respaldo, asiento y reposacabezas tiene un diseño bonito, y los remates son buenos.

Siendo una silla ergonómica de buen diseño y características, de las cuales hablaré en un momento, sus 290 euros parecen justificados. Los precios no se van a distanciar en modelos de otras compañías y mismas características. Hay otras más baratas con algún recorte de características, como de la propia Sihoo, más baratos, pero por ejemplo sustituyen el asiento con uno normal acolchado, o tienen una ergonomía más limitada.

Para las medidas de la silla, nada mejor que la imagen anterior que proporciona la propia Sihoo. Ahí se puede ver que la base es bastante ancha, con 51.5 cm, con un espacio algo inferior entre los reposabrazos, 48.9 cm. Estos se pueden ajustar en altura, extender o contraer la parte superior, y girarla. Para elevarla usa un sistema de muescas en el que al subir el reposabrazos del todo se desbloqueará para bajarlo del todo. A la hora de girarlos va igual. El único problema que le veo es que para extenderlos o contraerlos es fácil que al apoyarse sobre ellos se desplacen haciendo un mínimo de fuerza. Deberían tener un bloqueo.

La silla pesa más de 20 kilos, y soporta hasta 136 kg. Por el tipo de rejilla usado en el asiento, es mejor no forzar la máquina. El asiento tiene 42 cm de profundidad, terminando en un cojín lumbar ajustable ligeramente en altura, principalmente para que tenga cierto margen de movimiento a medida que el usuario se acomode, pero no se quedará fijo. En general me ha resultado bastante un sistema cómodo y bueno para mantener las lumbares en la mejor posición posible..

El respaldo se puede subir hasta unos 6 cm, mientras que el asiento se puede elevar unos nueve centímetros, quedando enter los 46 y 56.7 cm. El respaldo es basculante, requiriendo la fuerza justa para empezar a moverlo. La he usado principalmente de esta forma porque me ha resultado más cómodo para echarme para atrás de vez en cuando y cambiar la posición. Se puede hacer que no bascule empujando hacia dentro la palanca de la altura del asiento. El máximo ángulo que se puede reclinar es de unos 30º, que es lo suficiente para echarse una cabezadita de manera más cómoda.

Con el respaldo hay que tener cuidado al subirlo y bajarlo. Se mueve empujando desde la parte inferior del respaldo, pero como va por muescas, al subirla al máximo se desbloquea y bajará de golpe. Hay que sujetarlo iben y no hay que soltarlo de golpe, tampoco hay que poner los dedos en los laterales o pueden terminar mal la cosa.

El reposacabezas se puede mover hacia delante y atrás con el mismo sistema de muescas, y además puede rotar ligeramente hacia arriba y hacia abajo una vez posicionado. Con todo este nivel de ajuste del respaldo, zona lumbar y reposacabezas, he tardado solo unos minutos en encontrar la posición más cómoda para mí.

Además, estando a las puertas del verano y ya habitualmente con algo de calor en Madrid, que toda la silla, hasta el asiento, sea de rejilla hace que no se acumule calor en ninguna zona. El asiento también ejerce poca o ninguna presión sobre los muslos, por lo que no me ha molestado su uso. La parte frontal del asiento se hunde ligeramente, y al menos para mi altura nunca me ha molestado la parte frontal como me ocurre habitual con los asientos que son acolchados, con espuma viscoelástica o de otro tipo.

Montaje

El montaje es sencillo aunque con sus particularidades, pero lleva poco tiempo. En una hora se puede desembalar y montar la silla, aunque el manual puede llevar a algunas dudas durante el proceso. Sería necesario revisar los dibujos o mejorar la identificación de los componentes para que no hubiera dudas.

Un problema que me he encontrado ha sido el del montaje de los reposabrazos. Llega en dos piezas atornillables, y luego a su vez se atornillan a la silla. El problema es que la pieza de soporte del reposabrazos no está claro en el manual cuál poner por el ángulo que ponen. Tienes que ir a mirarlo en la silla en función del asiento, porque van como curvadas. Mirando que esa curva quede como debe, no hay problema en el montaje. Se podría indicar mejor, en las propias piezas o en el manual.

Luego puede haber dudas sobre qué arandelas usar en algunos momentos, si las grandes o las pequeñas. Para atornillar el asiento al sistema de elevación se usan las arandelas pequeñas, aunque sea antiintuitivo. En otro paso hay que mirar muy de cerca el dibujo para ver que hay que poner arandelas. Pero más allá de este par de cosas, el montaje es rápido y sencillo.

El proceso empieza por el pie, atornillando las cinco patas y poniendo las cinco ruedas en ellas. Luego se pone el embellecedor del pie y el pistón de gas. A continuación se montan los reposabrazos, con la particularidad que he dicho antes, y se dejan aparte por el momento.

El siguiente paso es montar el mecanismo de elevación con cuatro tornillos y arandelas pequeñas, para luego conectar el bloque al respaldo con otros tres tornillos más arandelas grandes. Esta parte quedará montada al atornillar los reposabrazos con dos tornillos cada uno y arandelas grandes, y es lo más laborioso de toda la silla porque lleva un rato. Estos tornillos están en muy mala posición para atornillarlos rápido sin una herramienta más apropiada.

En este momento se puede poner el bloque sobre el pistón, y solo falta montar el reposacabezas. Se hace con otros dos tornillos, y lo último es poner un adorno ocultándolos con el logo de Sihoo. Como digo, el proceso es rápido y no debería de dar problemas.

Conclusión

La Doro C300 de Sihoo es una silla ergonómica para casa o la oficina, y en la práctica su aspecto lo prefiero para mi hogar en lugar de las habituales sillas para jugones. He tenido bastantes problemas para encontrar una que se adaptara a mis necesidades específicas, pero la Doro C300 me ha resultado estupenda desde el primer minuto de uso.

Antes hay que lidiar brevemente con el montaje. No es que sea complicado, pero hay algunas cosas que podrían estar mejor explicadas. Hay veces que no ves claramente que hay que poner arandelas, o coges las incorrectas, como me ha pasado al atornillar el sistema de elevación y el asiento, porque no tenía sentido usar las pequeñas cuando se ve que las grandes son mejores para ello.

Atornillar los reposabrazos a la silla es lo que más tiempo lleva y podría haber ofrecido un destornillador largo, porque en este momento no tenía una herramienta adecuada para agilizar su atornillamiento. Pero en la práctica no ha sido un montaje difícil, aunque tampoco lo veo el más sencillo.

La estética de la silla me ha resultado estupenda, y pega bastante bien teniendo en cuenta que tengo un salón-oficina en el que teletrabajamos y hacemos vida por igual. Al final es una casa pequeña y hay que aprovechar el espacio, así que la estética de la silla encaja mejor con la decoración de un salón. El acabado del pie no está mal podría ser mejor.

Me ha resultado una silla comodísima, incluso teniéndome que acostumbrar al sistema que usa de rejilla en lugar de los asientos de espuma u otros más tradicionales. Ahora que es verano se puede quedar marcada en parte de las piernas, por lo que no es lo ideal, pero con los patrones de otras superficies también podría ocurrir. Debido a que es una rejilla y no algo sólido, no se acumula calor y es más fresca. La combinación de basculación, el cojín de lumbares y el del cuello, junto al ajuste de altura, hace que me haya sido muy sencillo encontrar una buena postura para usarla.

Pero el conjunto de sus características, teniendo en cuenta los pros y contras, sopesándolos con el preico al que está de 280 euros, hace que sea un modelo de precio alto, pero que no dista del que tienen otras sillas ergonómicas similares. Es un modelo bastante recomendable, aunque como ocurre con cualquier producto ergonómico, se intenta que lo encuentren cómodo una mayoría de usuarios, pero siempre puede haber alguno que se quede por el camino.

Se puede comprar desde la web de Sihoo por 280 euros.

Puntuación