Las tecnológicas están pasando por un periodo de fuertes ajustes debido a las malas decisiones de contratación que tuvieron durante la pandemia de la covid-19, luego unidas a las autosanciones occidentales y la inflación disparada por ello. No ha ayudado tampoco la irrupción de las mejoradas inteligencias artificiales generativas basadas en transformadores, que llevan más de un año provocando recortes de plantilla en empresas de todo tipo. Pero en el caso de Microsoft, ya tuvo que despedir a 10 000 empeados en 2023, con un bajón en el ritmo de contratación desde entonces, solo para cubrir ciertas vacantes y ampliar grupos prioritarios como los de IA, y ahora ha indicado que despedirá a otros 6600 empleados.
Los despidos tendrán lugar en su estructura global y supone el despido de en torno al 3 % de su plantilla, teniendo en cuenta que en este momento tiene unos 221 000. A finales de 2024 tenía 228 000, por lo que ha dejado también de contratar durante esta primera mitad del año, pero no ha sido suficiente para mejorar sus cuentas de resultados. En 2023 cerró el año con 221 000 empleados, los mismos que tuvo en 2022 tras un fuerte aumento de contratación de casi 40 000 empleados en todo el mundo.
Es más que probable que no sea la última ronda de despidos a medida que las IA van ayudando a distintos niveles de la compañía a mejorar la productividad, desde contabilidad hasta publicidad pasando por ingeniería. Microsoft es una de las empresas que más está invirtiendo en ello, con su colaboración con OpenAI, pero la situación actual del incierto futuro de los aranceles de Trump también habrá tenido su efecto en esta ronda de despidos. Como quiere invertir lo máximo en IA, necesita la máxima liquidez en los próximos trimestres, así que los recortes continuarán.