La guerra de los semiconductores que arrancó EUA contra China está tomando tintes absurdos. Hace unas semanas TSMC fue multada por EUA por varios lotes de chips producidos por ella para una empresa que no estaba en la lista negra estaounidense terminaron en manos de Huawei. Y eso le va a llevar a una multa de hasta 1000 millones de dólares por parte del Gobierno estadounidense, pero es una situación que puede volverse a dar porque TSMC no tiene la capacidad de controlar dónde terminan los chips que produce.

Como cualquier fundición, hay cientos de empresas que contactan con ella para producir diseños. Les proporciona las bibliotecas de producción para la litografía que sea y las herramientas específicas de la fundición que se necesiten para diseñarlo, y recibe un archivo GDS (sistema de diseño gráfico) en el que se incluye la geometría, jerarquía de clases y la lógica funcional del chip, necesarios para producir el diseño. La fundición solo valida que el diseño cumple las normas de su litografía, crea los fotolitos, y lo pone en producción con las pruebas previas pertinentes.

TSMC ha indicado que no tiene la capacidad de determinar que un cliente no va a llevar luego los chips a China, como ocurrió recientemente con Huawei. Tampoco puede determinar en ningún momento quién es el autor real del diseño del chip. Así que TSMC entiende que la sanción por los chips producidos para una empresa pantalla de Huawei se puede volver a repetir, ya que es imposible de controlar por parte de TSMC o cualquier otra fundición. Eso supondrá un daño reputacional y económico para la compañía.

Vía: Tom's Hardware.