La gestión de la memoria en los procesadores de AMD hace que tengan un punto dulce en el que su funcionamiento es ideal, pero si se pasa de esa velocidad entonces puede que no haya mejora de rendimiento. Es lo que se llaman marchas, como en los coches, y que por defecto debería de estar puesta la primera porque permite equilibrar latencia y velocidad. Para los próximos Ryzen 8000G, con una iGPU de hasta tipo Radeon 780M, también sigue recomendando que se use memoria DDR5 de hasta 6000 MHz porque de esta forma funcionará en la primera marcha.

Si se cambia a la segunda marcha, que es la que permite usar memoria de 6400 MHz, la mejora de velocidad viene acompañada de un aumento de la latencia y al final el rendimiento general cae. En terminología de AMD, los 6000 MHz son el punto dulce porque equilibran el rendimiento, la estabilidad y el coste de los módulos de RAM. Eso no significa que en ciertas placas base, al cambiar a segunda, no puedan ajustarse los parámetros para intentar equilibrar el rendimiento, pero es complicado.

La marcha se refiere a la relación entre la velocidad de la memoria y la del controlador de memoria. Pero en este caso, al pasar a la segunda marcha el controlador de memoria funciona a la mitad y su relación es 1:2. Lo que se busca con ello es la estabilidad de la memoria. Puede que a 6400 MHz no se consiga una mejora de rendimiento, pero a medida que se sube, si la placa base lo permite, al final se equilibra todo en la segunda marcha, porque a mayor frecuencia de la RAM menor latencia tiene.

Vía: TechPowerUp.