En esa vuelta al nacionalismo de la subvención que es tan anticapitalista, el Gobierno de los EUA con Biden al frente creen que pueden conseguir la independencia en el terreno de la producción de semiconductores en menos de una década. Ningún analista cree que ello sea posible, básicamente porque entre los años 90 y los 2000 se fue llevando la producción de chips fuera de EUA porque salía más barato, e n lo cual se incluía realizar la etapa final (corte, testeo y encapsulado). El director ejecutivo de NVIDIA está entre los que creen que será imposible.

De hecho Jensen Huang, el principal actor en semiconductores por volumen de ingresos ahora mismo, cree que sí que puede conseguirse, pero que puede llevar hasta veinte años. «No es algo real que se pueda hacer antes de una o dos décadas». Lo cual va en contra de la opinión del gobierno estadounidense ya que la mayoría de instituciones, como el Instituto Nacional de Estándares y Tecnología, creen que en una década o menos se puede conseguir producir chips y hacer la etapa final en suelo estadounidense.

El problema del neonacionalismo anticapitalista por intereses geopolíticos es que si se fabrican chips en Taiwán, China o Corea del Sur es porque sale más barato y es donde está el talento. No solo es cuestión de subvencionar a fondo perdido a empresas extranjeras a costa del dinero de los contribuyentes, lo cual va en contra de la seguridad nacional, sino que se necesita que en Occidente en general y en EUA en particular los empleados adquieran los conocimientos y los hábitos de trabajo de Oriente. Como han demostrado los problemas de TSMC en su fábrica de Arizona, el choque con los sindicatos ha sido una colisión frontal por los estrictos niveles de control del empleado y los turnos de los operarios de estas fábricas que para las costumbres occidentales son intolerables.

Lo que están pidiendo dentro del sector de los semiconductores es lo contrario a lo que está haciendo EUA. Se pide que no veten la exportación de chips, que cada uno se dedique a lo que mejor se le dé, y que EUA se centre también en crear chips muchos más potentes de los que diseñan en China. Hacer lo contrario no va a llevar más que a la independencia en chips de China, lo cual juega en contra totalmente de los intereses de EUA.

Sobre los vetos de exportación, Huang se ha mostrado totalmente a favor por motivos de seguridad nacional, pero a su vez asegura que está trabajando en chips con los que saltarse los vetos que impone EUA. Doblepensamiento en estado puro, porque si enviar chips punteros a China va en contra de la seguridad nacional según el adoctrinamiento de Trump continuado por Biden, NVIDIA no debería de buscar formas de saltarse los vetos afirmando en el proceso que todo está bien. Lo contrario de lo que se está adoctrinando. Es que me hacen una gracia los CERO —intencionado— de las grandes compañías estadounidenses.

«Tenemos que desarrollar nuevos chips que cumplan con la regulación, y una vez que la cumpla volveremos a China». Huang hace referencia a la prohibición de la RTX 4090 y las sucedáneas recortadas de la H100 y A100 específicas para China, que también han sido prohibidas por Biden tras meses de estar vendiéndose en China.

Vía: Ars Technica.