Las arquitecturas gráficas Vega y Polaris de AMD llevan tiempo recibiendo cada vez menos actualizaciones, y para Linux las ha limitado desde hace semanas. Finalmente la compañía se ha pronunciado sobre esto diciendo que que las tarjetas gráficas basadas en chips de arquitecturas Vega y Polaris, o procesadores con una iGPU de este tipo integrada, son «maduras» y que por tanto no se benefician de las continuas actualizaciones de los controladores.

La mayoría de estas tarjetas gráficas tienen entre seis y ocho años, aunque alguna es más reciente, como la RX 590, de 2018, y la RX 580 incluso sigue a la venta, y las RX 500 lo han estado de manera generalizada hasta hace uno o dos años. A partir de ahora la compañía solo distribuirá «actualizaciones críticas» para estas, y se distribuirán por separado de los controladores Adrenalin normales, los cuales ahora se distribuyen en una versión principal solo para las arquitecturas RDNA con un tamaño del paquete de 600 MB. Si se quiere también para Vega y Polaris, se tendrá que descargar otro instalador que ocupa 1.1 GB.

Esto significa que las Vega y Polaris se quedan sin actualizaciones para los juegos actuales, que no es que lleguen perfecto y exentos de problemas. Muchos de esos problemas necesitan una actualización de controladores y, bueno, ahora AMD corregirá esos fallos cuando le apetezca, o no los corregirá, a ver si alguien se cambia de una RX 580 a una RX 7600 para que en tres o cuatro años se queden sin actualizaciones de los controladores. Seguro que AMD así va a hacer mucho dinero.

Vía: AnandTech.