China ha empezado a tomar represalias por todas las sanciones que está llevando a cabo EE. UU. contra sus empresas. La primera importante es la restricción de la exportación de galio y germanio a partir del 1 de agosto, dos metaloides que son vitales para la producción de ciertos semiconductores y ciertos dispositivos electrónicos. China tiene entre un 70-80 % de la producción mundial de estos materiales, por lo que buscar una fuente alternativa no va a ser fácil. Por eso el Pentágono va a recurrir al reciclaje de productos electrónicos para obtenerlo.

La industria bélica estadounidense necesita estos materiales para todo tipo de chips de energía y comunicaciones, además de ser usado en sus radares. Pero por la burocracia, el Pentágono no cree que pueda firmar el contrato para obtener el galio de productos reciclados hasta final de año, lo cual implica que hasta el próximo año no va a abastecerse de él.

El Ejército estadounidense mantiene una reserva estratégica de germanio pero no la tiene de galio, por lo que el tiempo apremia. No ha indicado ningún detalle de este plan de reciclado de galio, como el presupuesto o empresas implicadas. Algunos estudios hablan de que China controla el 94 % de la producción (y procesamiento) global del galio así como el 60 % del germanio, por lo que el problema del veto chino parece más centrado en el galio que en el germanio.

El problema de estos metaloides es que su extracción y procesamiento no se hace en Occidente porque son altamente contaminantes. No tanto la extracción sino el procesamiento. Occidente es una experta en taparse los ojos a la hora de llevar la porquería a terceros países para decir que aquí lo estamos haciendo de puta madre en el terreno medioambiental. El ejemplo clásico es cómo llevamos el plástico a países de África para que allí lo quemen o almacenen. Si no lo vemos no existe, deben pensar los gobiernos occidentales.

Por tanto, no entra en los planes de la Administración Biden abrir minas de galio y germanio, y mucho menos procesarlo en suelo estadounidense. Ya encontrarán algún país como Ucrania o alguno de sus estados vasallos para que lo hagan por él. Mientras tanto, a ver si pueden tirar un tiempo con el galio procedente del reciclaje de semiconductores, aunque puede ser costoso por el proceso de recuperación y enriquecimiento.

Lo de China no es exactamente un veto, sino una restricción de exportación por la cual las empresas deben solicitar un permiso especial para exportarlo. Pero China va a denegar previsiblemente los permisos de exportación a EUA y sus países vasallo como Países Bajos o Japón, y a regiones como Taiwán.

Vía: Tom's Hardware.