AMD está consiguiendo arrebatar cada vez más cuota de mercado a Intel en el terreno de los centros de datos, o al menos de la parte del sector relacionada con los procesadores x86. Los de arquitectura ARM pisan muy fuerte, aunque de momento son de propósito más específico. Sea como sea, la compañía ha anunciado la disponibilidad de los procesadores EPYC de 4.ª generación para todos sus clientes y no solo los principales que llevan probándolos desde hace un tiempo.

Esta introducción formal también deja más detalles de su arquitectura, de algunos modelos y de sus precios. Son tres tipos distintos de procesadores los anunciados. Dos de ellos son iguales, la serie Genoa y Genoa X, cuya diferencia radica en que en los Genoa X les añade un chíplet de caché adicional, que para ciertas cargas concretas de computación podrán darles un buen empujón de rendimiento.

Los Genoa X están compuestos por tres procesadores: 9184X (16 núcs., 3.5-4.2 GHz, 768 MB caché nivel 3, 320 W, 4928 $), 9384X (32 N, 3.1-3.9 GHz, 768 MB N3, 320 W, 5529 $) y 9684X (96 N, 2.55-3.7 GHz, 1152 MB N3, 400 W, 14 756 $). Tiene 128 canales PCIe 5.0 y pueden usar memoria DDR5-4800 en doce canales. Eso son al menos 1.1 TB de RAM por procesador.

La otra seria es la Bergamo, que en este caso es para un uso más especializado para computación en la nube. Pueden integrar hasta 128 núcleos Zen 4c divididos en cuatro pastillas de dieciséis núcleos cada uno, por lo que no usa los mismos chips que los Ryzen o EPYC series Genoa y Genoa X que son de ocho núcleos por chíplet. Tienen un diseño interior más compactado pero con misma potencia según AMD que los Zen 4, pero con una sustancial reducción de consumo para competir con los procesadores ARM.

Los modelos anunciados son tres: 9754 (128 N, 2.25-3.1 GHz, 256 MB N3, 360 W), 9754S (128 N sin multihilo, 2.25-3.1 GHz, 256 MB N3, 360 W), y 9734 (112 N, 2.2-3 GHz, 256 MB N3, 320 W). La pega que tienen es que incluyen bastante menos caché por chip, lo que para el cometido que tienen no debería impactar demasiado en su rendimiento —información que cambia rápidamente con baja posibilidad de reutilización, por lo que la caché tiene un impacto más limitado—.

Vía: AnandTech.