Los aficionados a mirar el cielo con un telescopio saben bien la cantidad de basura espacial que hay ahora mismo flotando alrededor del planeta. Muchas veces es imposible tener una visión clara de los astros sin que te moleste el reflejo del sol sobre un satélite. Así que la Unión Europea, en lugar de unir fuerzas con el Starlink de Elon Musk ha preferido lanzarse a soltar varios miles de nuevos microsatélites al espacio para llenar los cielos de aún más basura.

El que ha realizado el anuncio ha sido el comisario de la UE de Mercado Interior, poniendo de relieve que el proyecto empezará como una forma de dar acceso a internet de manera segura a toda la Unión Europea a través de una constelación de microsatélites en la órbita baja de la Tierra. O sea, una forma de fomentar la independencia en la red de comunicaciones de la UE, que no me parece del todo mal, pero tiene una serie de consecuencias desagradables para el medioambiente.

Sea como sea, la inversión de la UE será de 2400 millones de euros, mientras que el coste total de la constelación asciende a 6000 M€, lo cual incluye la expansión de la constelación para dar cobertura a nivel global para 2027. El consorcio que va a desplegar estos microsatélites está integrada por todas las principales empresas europeas del sector aeroespacial, liderado por Airbus, Eutelsat, Hispasat, SES y Thales. Esta constelación se unirá a la de SpaceX y a la que está desarrollando China, más una variedad de pequeñas constelaciones desarrolladas por empresas para dar cobertura a servicios como las llamadas por satélite de los iPhone o próximamente en los móviles con Android. Demasiado metal en órbita.

Vía: Ars Technica.