Desde la semana pasada han empezado a llegar informaciones sobre casos de procesadores Ryzen 7000X3D que se queman y llegan al punto de dañar la propia placa base en que se usa. ASUS retiró las últimas versiones de BIOS que permitían el overclocking o sobrefrecuencia de los procesadores habilitando también subir los voltajes para ganar estabilidad como es habitual. Pero algo malo hay en ello que ha llevado a los fabricantes a retirar esos BIOS dañinos, haciendo MSI lo propio ayer mismo. Ahora ASUS ha comentado sobre el problema.

Según un comunicado, el problema reside en EXPO y el valor de voltaje del sistema en chip (SoC). Como se han dado cuenta muchos, cuando se activa EXPO —los perfiles predefinidos de la RAM— se aumenta notablemente el voltaje del SoC, que en los Ryzen 7000X3D está siendo un problema en algunos casos, aunque también ocurre lo mismo con los Ryzen 7000. ASUS ha retirado la últimas y anteriores versiones del BIOS porque en ellas también se podía modificar la tensión del núcleo manualmente. El nivel seguro de voltaje del SoC es 1.25 V a 1.35 V, pero si se ajusta manualmente a 1.4 V o más, empiezan los problemas.

AMD no se ha pronunciado al respecto, pero está trabajando en dar una solución al problema con la ayuda de los fabricantes de placas base. Según la información de Tom's Hardware, el problema estaría en que un voltaje de SoC excesivo quema los sensores de temperatura internos de los Ryzen 7000, lo cual invalida las protecciones de seguridad que llevan al propio chip a mantener altos niveles de voltaje y finalmente a quemarse. Normalmente eso precisará de carga sostenida en el procesador durante largos periodos de tiempo, por lo que no es algo común y por tanto la incidencia es bastante baja.

Vía: TechPowerUp, Tom's Hardware.