El prolífico fabricante de teléfonos Realme puso en el mercado hace poco el C55, una versión mejorada de otros móviles de la compañía como el C33, para competir en un sector muy concurrido en el que es difícil marcar claras diferencias. Sobre todo porque lo importante termina siendo el PVP por lo que ofrece. Este dispositivo mejora en procesador, pantalla, diseño o cámara, siendo un móvil más redondo y que puede apelar a aquellos que buscan un dispositivo más todoterreno.

Videoanálisis

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Desembalado y características

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El Realme C55 llega en la típica caja amarilla que usa la compañía en sus productos. Nada más abrirla se puede ver un encarte con el agradecimiento por la compra, dentro del cual está el alfiler para la apertura de la bandeja de tarjetas, una funda transparente para el móvil que nunca viene mal, una guía de inicio rápido y otro libreto con información de seguridad y garantía.

Después ya se ve el móvil, metido en una bolsa de plástico de protección sobre una bandeja de cartón, debajo de la cual finalmente se puede ver un cargador blanco de 33 W con conector USB tipo A, y un cable blanco USB tipo A a USB tipo C de en torno a un metro de longitud.

C55 de Realme
ProcesadorHelio G88 de MediaTek
RAM6 GB
NAND128 GB UFS
Lector de tarjetasmicro-SD
Pantalla17.1 cm (6.72 in) IPS
90 Hz, ≈700 nits automático
2400 × 1080 píxeles
Altavocesun altavoz inferior
Dimensiones165.6 mm × 75.9 mm × 7.89 mm
Peso189.5 g
Tamaño SIMdoble nano-SIM
Cámara trasera
principal: 64 Mpx, ƒ/1.78, FHD y 60 f/s
profundidad: 2 Mpx y ƒ/2.4
Cámara frontal8 Mpx y ƒ/2.2, FHD
Batería5000 mAh, carga de 33 W (11 V y 3 A)
Lector de huellaslateral, en botón de inicio
ConectividadNFC, Bluetooth 5.2, wifi 802.11ac
Sis. operativoAndroid 13
Colores disponiblesblanco, azul oscuro
PVPR199.99 euros (marzo 2023)
PVP187.28 euros (abril 2023)

El modelo recibido para analizar es la versión en color negro azulado, aunque también está disponible con un tono multicolor en la parte trasera que va de blanco a amarillo. En este color resulta un móvil muy bonito, y lo suelo preferir para los dispositivos que uso en el día a día por convertirlos también en más discretos. Es un móvil de peso estándar para lo que se vende hoy en día, 189 g, pero no se nota especialmente pesado en la mano y está bien repartido el peso.

La parte trasera tiene un acabado en mate, salvo por la zona donde se sitúan las dos cámaras el cual es una zona en brillo con un degradado que cambia según incida la luz, y en general acompaña bien a la estética del C55. Una de ellas es de 64 Mpx y la otra es de 2 Mpx para mejorar los efectos de profundidad de la principal. Este modelo graba vídeo a FHD y 60 f/s y a cámara lenta a HD y 120 fotogramas. Las cámaras sobresalen unos dos a tres milímetros, bastante, aunque quedan estéticamente bien con el marco en color gris metalizado.

Los cantos del móvil son planos, con las esquinas redondeadas, y no se hace incómodo de usar aunque como todos los modelos de hoy en día resulta grande, pero no excesivamente aunque dependerá del tamaño de la mano que se tenga. El móvil no se desliza fácilmente, pero la funda mejorará el agarre sin dar sensación de ser de plástico barato. Aunque es transparente, oscurece un poco más esa tonalidad azulada que tiene.

En el lateral izquierdo tiene la bandeja para dos nano-SIM y una micro-SD. En el lateral derecho está el habitual botón de volumen así como el de inicio que dobla función como lector de huellas dactilares. No es la mejor posición para este tipo de lectores porque si no registras bien la huella puede fallar bastante, pero es mejor eso que nada. Al poner el dedo lo detecta rápido y la pantalla se desbloquea al momento.

Esa pantalla es de 17.1 cm (6.72 in) de diagonal, de tipo IPS con una resolución FHD+ y un refresco de 90 Hz, contando con un brillo máximo de 680 nits. Da muy buena calidad de imagen como comentaré en otro apartado más adelante. Estando apagada la pantalla no detecta toques para activarla. Tiene una buena capa oleofóbica por lo que por mucho que la uses no se va a acumular la grasa. El C55 llega con una lámina de protección de plástico, que suelo quitar porque atraer muchísimo el polvo, que es precisamente de lo que tengo a montones en mi casa.

En la parte inferior hay un altavoz, el micrófono, la toma de audio de 3.5 mm y el puerto USB tipo C compatible con datos y carga, pero no da señal de vídeo DisplayPort. Incluye Bluetooth 5.2, el NFC indispensable para los pagos sin contacto y wifi 802.11ac, pero carece de 5G, aunque su conexión 4G va perfectamente bien para el día.

Rendimiento

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El procesador de este dispositivo es un Helio G88, un modelo de Mediatek fabricado a 12 nm por TSMC y que al menos en su configuración de CPU no es muy diferente al Helio G99 aunque este último esté fabricado a 6 nm y tenga un consumo bastante menor. El clúster principal es de dos núcleos Cortex-A75 a 2 GHz, mientras que el secundario es de seis Cortex-A55 a 1.8 GHz. Incluye una GPU de tipo Mali-G52 MC2, que es algo limitada para los que quieran jugar a buena calidad gráfica.

Este modelo incluye 6 GB de LPDDR4X, suficiente para el tipo de dispositivo que es. Incluye 128 GB de almacenamiento, más que suficiente para la mayoría de usuarios. Si se necesita más, tiene lector de tarjetas micro-SD. Al menos en España tiene bastante mejor disponibilidad el modelo de 8+256 GB que este, aunque ese modelo con menos RAM ha llegado a través de tiendas como Amazon. El rendimiento general es bueno para el sitio que ocupa en la gama media, aunque al PVP adecuado a la realidad del mercado.

CPU

El rendimiento del Helio G88 en el día a día es bueno. De vez en cuando da algún tirón, muy esporádico, al cambiar entre aplicaciones pero lo achaco más al almacenamiento que al procesador porque su configuración de CPU es parecida a la del G99 del Realme 10 con frecuencias igualmente muy parecidas, salvo por el tipo del clúster principal de núcleos.

Producto Posición
iPhone 11 (64 GB)
A13 Bionic
3355
Moto G73 5G
Dimensity 930
2306
C55
Helio G88
1409
Producto Posición
iPhone 11 (64 GB)
A13 Bionic
1656
Moto G73 5G
Dimensity 930
926
C55
Helio G88
420

GPU

En la prueba 'Car chase' de GFXBenchmark 3.1 solo alcanza los 9 fotogramas por segundo, por lo que va a tirones. En una prueba más modesta como es la de 'T-Rex', se queda en los 40 f/s, por lo que dista bastante de poder aprovechar adecuadamente en juegos la pantalla de 90 Hz. Tiene peor rendimiento que el C33 por la sustancial mejora de resolución, que pasa de HD+ a FHD+, por lo que el C55 dista de ser el mejor móvil para los que quieran jugar en él, aunque tampoco irá mal del todo.

Producto Posición
Moto G100
Adreno 650
47
Nord 2 5G
Mali-G77 MC9
38
Mi 11 Lite 5G
Adreno 642
38
70
Adreno 642L
28
Moto G71 5G
Adreno 619
17
10
Mali-G57 MC2
14
C33
Mali-G52 MP2
9.6
C55
Mali-G52 MC2
9
Producto Posición
Moto G100
Adreno 650
56
Nord 2 5G
Mali-G77 MC9
47
70
Adreno 642L
35
Moto G71 5G
Adreno 619
20
10
Mali-G57 MC2
17
C55
Mali-G52 MC2
10
C33
Mali-G52 MP2
5.2

Almacenamiento

En cuanto al almacenamiento, el modelo analizado incluye 128 GB por lo que es rápido en las tareas normales del dispositivo. Aun así, está bastante por detrás del rendimiento que da el UFS 2.2 del C33 o el del 10, por lo que es algo curioso que recorte en este aspecto en el C55. Este tipo de memoria flash es ya la habitual en los móviles salvo en los de gama muy baja donde sigue usándose la de tipo eMMC, mucho más lenta.

En este caso, en PCMark el móvil alcanza solo los 240/135 MB/s de lectura/escritura secuencial, mientras que la lectura/escritura aleatoria se queda en los 22/31 MB/s. Es menos de la mitad de la velocidad que da el almacenamiento en los dispositivos anteriormente mencionados. En general el dispositivo va fluido, pero es posible que en ciertos momentos se experimente algún tirón si tiene que cargar mucha información o está haciendo algo en segundo plano. No es lo habitual, pero en este modelo no se evita algún tirón que otro muy esporádico al cambiar de aplicación o lanzar una aplicación.

Pantalla

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La pantalla del C55 es una IPS de resolución FHD+ con un refresco de 90 Hz. Se ve bien en exteriores, con el modo automático del brillo alcanzando los 680 nits. No he tenido demasiados problemas para usarlo en la sesión fotográfica en el parque. Como es una pantalla IPS, realmente da un poco igual tener o no activado el tema oscuro de Android, por lo que he usado siempre el modo claro.

Como es habitual, la pantalla tiene dos modos de operación distintos: 'intenso' (P3) y 'natural' (sRGB). Además se puede modificar la temperatura del color, pero eso es mejor no tocarlo porque la pantalla tiene una buena reproducción de color. El modo intenso da algo más de saturación a los colores y es mejor para contenido multimedia, pero no es del todo fiel en la reproducción de colores respecto a pantallas mejores, por ejemplo la OLED del Realme 10. Los que quieran un color más exacto al real deberían elegir el modo natural, que además coincide con el usado en navegadores web y aplicaciones en general.

El refresco de pantalla de 90 Hz se aplica a la interfaz y algunas aplicaciones, porque en juegos no se le va a sacar provecho por falta de potencia. Pero al menos en lo que se refiere a la interfaz, va superfluido.

Autonomía

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En cuanto a la autonomía, es un apartado con el que cumple perfectamente aunque dista de ser la mejor en la gama media. Tiene una batería de 5000 mAh con carga rápida de 33 W, y tarda en torno a una hora y veinte minutos en recargarse totalmente desde cero. Puede recargar en torno a la mitad de la batería en apenas media hora. Se aporta el cargador de 11 V y 3 A para sacarle provecho.

Puede aguantar en torno a las diez a doce horas de uso de pantalla navegando por internet o reproduciendo vídeos, teniendo la pantalla en torno a los 200 nits de brillo. Si ves los vídeos, chats o navegas con un brillo mayor, sobre los 350 nits, te va a durar en torno a las ocho o nueve horas de uso de pantalla.

En reposo puede perder en torno a un 5 % de batería si no se tienen procesos en segundo plano, o más hacia el 10 % si se deja la consulta de correo y chats. No está mal como segundo dispositivo para trabajar, pero la autonomía es más bien normal teniendo en cuenta la que aportan dispositivos con procesadores fabricados a 6 nm o menos.

Cámaras

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El Realme C55 incluye una cámara trasera de 64 Mpx y ƒ/1.79, un sensor OV64B de OmniVision, apoyada por un sensor de profundidad de 2 Mpx y ƒ/2.2. Graba vídeo a FHD y 60 f/s, y a cámara lenta a HD y 120 f/s. La cámara frontal es de 8Mpx, bastante simple pero suficiente para videollamadas, grabando vídeo a FHD y 30 f/s.

La aplicación de Cámara es bastante completa, incluyendo varios modos de fotografía para la cámara principal, como por ejemplo 'noche', 'calle', 'retrato' o '64M' (64 megapíxeles). Se puede elegir rápidamente la relación de aspecto de las fotos (1:1, 4:3, 16:9 o ancho completo) según el modo en que se esté, y hay también hay un modo 'profesional' en el que se pueden regular varios de los parámetros de la cámara, que resultará muy útil cuando terquea como comentaré a continuación.

Fotos de día

La calidad de las fotos de día es buena, aunque no son perfectas. La cámara combina la información de cuatro píxeles para generar cada uno de las fotos que saca a 16 Mpx, pero hay cierto posprocesado adicional. En general la captura de color es correcta, con la habitual tendencia al amarillo que tienen las cámaras de los móviles de gama media de Realme, pero también oscurece ligeramente ciertas zonas.

En general el nivel de detalle es bueno, pero el posprocesamiento puede ser algo agresivo en algunas situaciones, lo cual elimina detalle o agua algunas zonas, perdiendo detalle. Pero salvo que se magnifiquen, no se va a notar, y para el álbum de fotos hace un trabajo muy bueno. Eso sí, os recomiendo en el modo 'foto' que desactivéis una opción que es 'potenciador croma IA' porque satura ciertos colores y puede perjudicar a la calidad general más que beneficiarla.

Las siguientes fotos son capturas de día, con un buen sol en el cielo, y con el modo por defecto de 'foto'. La exposición es buena en cualquier situación. Veréis varias fotos parecidas, siendo una con HDR y otra sin HDR. En general dejaría activado el HDR porque evita cierta sobrexposición de zonas en algunas fotos que puedan ser más oscuras.

Las siguientes permiten una comparación entre el modo '64M' y el de 'foto'. El modo de 64 Mpx es útil cuando las escenas son muy complejas, con muchos detalles, porque se evita el posprocesamiento de Realme. Por ejemplo se puede notar en la foto en la que se ve un montón de hojas de árboles desde relativamente cerca. Pero en imágenes poco complejas no hay una gran diferencia de calidad entre ambos modos. Al no tener un posprocesado tan agresivo las imágenes tienen a cambio más ruido, pero conservan mejor los detalles.

El único problema del modo de 64 Mpx es que a pesar de tener el HDR activado, casi lo ignora, sobrexponiendo ciertas zonas. La siguiente galería es de una en modo 'foto' sin HDR, con HDR, y en modo '64M' con HDR.

La siguiente foto compara la calidad del color entre el C55 y la cámara que uso a diario, la X-T4 de Fuji. Se puede apreciar la clara tendencia al amarillo de la imagen, aunque no se da en todas las fotos. Además, con la opción de 'potenciador croma IA' activada se ve que claramente está saturando mucho el rojo, por lo que la foto queda visualmente bien, pero alejada de los colores de la escena.

En cuanto a las fotos de interior, captura bastante bien las escenas, con buena saturación y nivel de detalle, pero la exposición puede variar con o sin el HDR activado.

Altavoz

El altavoz alcanza un nivel de volumen bastante alto, sobre los 77 dB medido a unos 25 cm de la pantalla reproduciendo el vídeo New rules de Dua Lipa, o Blood || Water de Grandson. Los que leáis mis análisis de auriculares sabréis que la uso para comprobar la calidad de los graves, y en este caso el altavoz mata totalmente los graves más profundos. Vamos, no dan ni señal de existir en la canción las frecuencias por debajo de 70-80 Hz.

Por encima de los 70 dB de ruido empieza a notarse el sonido muy ligeramente enlatado, pero incluso al máximo sigue sonando bien. Hay un modo potenciado de «200 % ultravolumen» en el que se escucha un poco mal y no se gana prácticamente potencia, por lo que no recomiendo llegar hasta él. Ese modo está más pensado para los auriculares, pero lo que sea ponerlos por encima de un 30-40 % del máximo es destruirse los tímpanos de manera gratuita.

Software

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La versión preinstalada de Android es la 13, que es la versión final más reciente. Se incluye la capa de personalización de Realme, que a grandes rasgos tiene una pinta bastante buena. Eso sí, hay preinstaladas bastantes aplicaciones basura, o el enlace para instalarlas, pero que se pueden eliminar sin problemas. No vendría mal dedicarle un rato a borrar todo aquello que no se vaya a usar.

Realme pone la mirada en la Minicápsula, un sistema similar a la isla dinámica del iPhone 14, que no es más que un intento de integrar mejor el recorte de la cámara frontal en la interfaz. Ahora mismo funciona para las notificaciones de la carga, pero se irá extendiendo a más. Es una simple animación que se expande en torno a la cámara, pero que queda bien.

Conclusión: un gama media equilibrado

Realme se ha hecho un hueco en la competitiva gama media a base de poner en el mercado modelos de móviles que equilibran bastante bien los aspectos que suelen apelar más al comprador: diseño, cámara y pantalla. Muchos de sus productos recortan en el procesador, pero aun así funcionan con fluidez en el día a día por lo que solo puede ser un problema para aquellos que quieran algo barato para jugar a títulos 3D con buena calidad gráfica.

En este sentido, el C55 no es un móvil distinto dentro del catálogo de Realme. Aporta una pantalla muy buena para ver vídeos, con una buena fluidez, aunque haya algún momento que otro que pueda ralentizarse un poco al cambiar de aplicación, aunque diría que es más por el pequeño recorte que le ha dado al almacenamiento. La mayor resolución de pantalla del C55 hace que su rendimiento gráfico sea similar a la del C33, y se sitúa por debajo del rendimiento del modelo 10 también de Realme.

El diseño del móvil es el aspecto que en realidad más me gusta junto con la sensación en la mano, que combina perfectamente con la buena pantalla que incluye. La autonomía es buena aunque no es un apartado en el que destaque especialmente, sobre todo por la alta resolución de pantalla siendo IPS, además del procesador fabricado con una litografía de 12 nm, en lugar de los 6 nm del G99 del Realme 10.

La cámara trasera es bastante buena para su precio, pero sigue teniendo los problemas de las cámaras que usa Realme como es la tendencia a darle un color ligeramente más amarillento a las fotos, un posprocesamiento con un ligero aguado de los detalles al ampliar mucho las imágenes, con la tendencia también a oscurecer algunos detalles. Estas dos últimas cosas no ocurren en el modo de 64 Mpx, pero tampoco soluciona un problema de sobrexposición que tiene este modo, aunque para los que quieran más calidad en sus imágenes sería un mejor modo de sacarlas para luego procesarlas uno mismo.

Lleva en torno a un mes en el mercado y el modelo más interesante siempre es el de menor memoria y capacidad de almacenamiento, que aun así son 6 GB de RAM y 128 GB de almacenamiento. Evoluciona lo justo para situarse entre el C33 y el modelo 10, por unos 190 euros por este modelo de 6+128 GB, mientras que el de 8+256 GB sigue de oferta por 200 euros. De ahí se pasa al Realme 10 de 8+128 GB que ya anda sobre los 230 euros y que podría ser una compra mejor —pantalla, procesador y con 5G—.

El C55 tendrá que bajar un poco para asentarse en el catálogo de Realme y el mercado actual, pero visto lo visto es un móvil que por el precio adecuado aporta buenas características de autonomía, diseño, pantalla y cámara.

Puntuación

8.0

sobre 10

Lo mejor

  • La cámara.
  • Buena pantalla.
  • Diseño discreto pero bonito, con buena sensación de uso.

Lo peor

  • La autonomía solo está en la media.
  • El procesador es algo justo para el tipo de dispositivo que es.