El futuro ya está aquí y es la nueva generación de inteligencias artificiales encabezadas por ChatGPT. Tienen un reconocimiento excepcional de lo que se les pregunta y el contexto, y en base a la información que proporciona internet saben qué responder. No siempre, y de vez en cuando son tozudas, pero son la base de las actuales «IA generativas», que por el nombre se puede intuir que se dedican a «generar», y en este caso a hacer en base a lo que el usuario les dice. El último estudio que apunta al riesgo para el empleo es uno de Goldman Sachs, estudiando las tareas de miles de puestos de trabajo en EUA y Europa.

Durante la historia de la humanidad ha habido un proceso de avances tecnológicos que han ido simplificando el trabajo de los individuos. Cuando ocurrió la Revolución Industrial muchos se alarmaron ante la potencial pérdida de puestos de trabajo, pero fue todo lo contrario. Las IA generativas son la nueva amenaza para el empleo como no ocurría desde la Revolución Industrial. Se estima que va a afectar a 300 millones de puestos de trabajo en lo referente a horas trabajadas totales.

Con ello a lo que me refiero es que muchos puestos de trabajo van a ver reducida su carga de trabajo, por ejemplo un diez por ciento, por la automatización de labores. Eso significa que, con ese ejemplo, con las IA generativas, de cada diez empleados, uno va a sobrar. Los principales puestos afectados serían los de abogados, administrativos y periodistas en cuyas labores ChatGPT ha demostrado ser bastante buena.

Dos tercios de los puestos de trabajo de EUA y la Unión Europea estarían expuestos a reducir su carga de trabajo mediante automatización, aunque no todo sería malo. Por ejemplo, al eliminar tareas repetitivas que consumen tiempo el empleado tendría más tiempo para tareas más productivas y que una IA no puede hacer.

Aunque muchos empleos estén en riesgo, las IA generativas harían crecer un 7 % el producto interior bruto de todos los países en un plazo de diez años. Según Goldman Sachs, un 7 % de los puestos de trabajo de los EUA podrían ver automatizada la mitad de su carga de trabajo, lo que en la práctica supondría la pérdida de uno de cada dos empleos, un 3.5 % de los puestos de trabajo del país. Eso sin entrar en otros campos, porque el 63 % de los puestos se beneficiarían de alguna forma de las IA generativas. El resto son puestos de trabajo físicos que no se pueden sustituir —construcción, servicios de emergencia, etc., aunque se podrían buscar formas de que se beneficiaran de las IA generativas.

La cara b de estas inteligencias artificiales es que van a propiciar una explosión de criminalidad relacionada con fraudes a través de grandes modelos de lenguaje (LLM) entrenados para tareas criminales. La Europol y el FBI han alertado de ello, entre otras agencias de seguridad que están valorando la amenaza de las IA generativas y cómo hacerles frente porque podrían ser la piedra angular de las redes criminales del futuro cercano.

Vía: Ars Technica.