Todo está subiendo de precio, hasta los procesadores Raptor Lake y el chipset Z790 que anunció Intel hace un par de meses. Con la próxima llegada de los Core generalistas de 13.ª generación llegarán las placas base con chipset B760, las cuales aparentemente tendrán un aumento de precio frente a las B660. Exactamente se habla de un aumento del diez por ciento en su precio, que está en la línea de la inflación que ha atravesado Occidente durante 2022.

El único cambio que llegaría en estas placas base sería un aumento de seis a diez canales PCIe 4.0 a la vez que se reducirían de ocho a cuatro los PCIe 3.0. El resto se quedaría prácticamente igual, por lo que este aumento solo se puede achacar a la inflación, porque técnicamente no hay muchos motivos para un aumento de precio. Las B660 son compatibles con los Raptor Lake, por lo que ante una falta de diferenciación no parece que vayan a salir rentables las B760.

Teniendo en cuenta que las B660 más baratas suelen andar sobre los 120 euros, algunos días un poco menos, eso significa que las B760 se pondrán sobre los 135 euros. Algunos días… un poco menos. Lo mejor será esperar a la cuesta de enero que van a atravesar tiendas y consumidores porque los precios probablemente caigan y no quede otra que el que las tiendas hagan más rebajas durante enero y febrero. Muchas tiendas llevan de rebajas desde septiembre, así que preveo una continuación de la tendencia para intentar vender algo.

Vía: Tom's Hardware.