Hace unos meses analicé el Kone XP de ROCCAT, un buen ratón para jugar, y ahora he podido probar el modelo inalámbrico, Kone XP Air. A diferencia de otros ratones inalámbricos de la compañía, este dispone de conexión inalámbrica dual mediante adaptador USB y Bluetooth, y además se incluye junto a él una base de recarga con iluminación ARGB, lo cual lo convierte en uno de los modelos más completos del mercado.

Videoanálisis

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Desembalado

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El Kone XP Air es exteriormente igual al Kone XP aunque hay algunas diferencias menores en su funcionamiento. La caja en la que se presenta también es más grande para incluir el ratón, el cable de conexión, un libreto de información, el adaptador USB inalámbrico y la base de carga. Echo en falta las almohadillas de repuesto para el ratón que sí se incluyen en el Kone XP.

El ratón es polivalente, con un diseño que puede usarse con cualquier tipo de agarre, siendo bastante cómodo. Sus laterales son sencillos, sin gomas de agarre, aunque hay un reposapulgar. El diseño está ligeramente inclinado hacia el lado derecho para que la muñeca queda en mejor postura al usarse con un agarre con la palma, que es el agarre que uso habitualmente con los ratones. Me parece un diseño bastante ergonómico del que no tengo quejas.

En la parte superior hay un único botón y un piloto que se encenderá cuando se esté recargando. La rueda del ratón tiene un desplazamiento bastante agradable y preciso además de contar con clics laterales. Me habría gustado que sobresaliera un pelín menos de la superficie para favorecer el paso del dedo de un lado a otro como ocurre con el ratón que suelo usar, un Naga Pro de Razer.

Cuenta con una buena cantidad de botones, todos configurables a través de Swarm, el programa de configuración de ROCCAT. Hay dos botones en la parte superior izquierda para usarse rápidamente con el índice, aunque no son precisamente cómodos de usar. En el lateral izquierdo hay cuatro botones, aunque el inferior más cercano a mí he tenido bastante tendencia de pulsarlo por error, sobre todo en los primeros días. Es cuestión de acostumbrarse. Tienen un clic bastante agradable y algo más duro que los botones principales.

Hay también un botón adicional en el reposapulgar que puede pasar desapercibido, pero que me ha resultado bastante útil. Si te parecen pocos, pulsando la tecla EasyShift, una también configurable por el usuario, se pueden acceder a un atajo alternativo para cada botón, por lo que se pueden asignar hasta 29 funciones al ratón.

En la parte inferior del ratón se pueden ver cuatro zonas de almohadillas de teflón puro que hacen de este modelo uno de los que mejor deslizan de entre todos los que he probado. Hay un interruptor para seleccionar el modo de uso, cambiando entre apagado —o uso cableado si está conectado el cable—, Bluetooth y adaptador USB. También se puede ver un agujero que es para guardar ese adaptador, situado en el interior de una cavidad en la que hay un par de contactos al final que son los usados para hacer contacto con la estación de recarga.

La estación es bastante alta, sobre los cuatro centímetros en el punto más alto, siendo de color negro como el ratón recibido para analizar, y con una zona de iluminación ARGB en la base. Por la parte posterior tiene un USB tipo C para conectarle el cable que se incluye en caso de que no se quiera usar el ratón de manera cableada, lo cual haría perder bastante su gracia. En el frontal tiene una toma USB tipo A que hará de conexión puente con el PC al que se conecte, estando pensado para el adaptador inalámbrico.

Visualmente no es tan impactante como el Kone XP porque este modelo pierde la luz en el botón superior, y en lugar de ir la iluminación desde un lado a otro de su superficie superior, en este modelo va de la mitad hacia abajo, justo desde donde empiezan los botones principales. Sigue siendo un ratón de iluminación bonita, aunque es posible que muchos opten por dejarla apagada para ahorrar batería.

Características

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El Kone XP Air tiene un tamaño similar al Kone XP, con 126 mm × 72 mm × 40 mm, aunque su peso pasa a ser de 99 g en lugar de 104 g, lo cual no deja de ser curioso teniendo en cuenta que este es un modelo inalámbrico. Tiene una autonomía para unas cien horas de uso según la compañía, aunque no especifica si con o sin la iluminación.

En mi caso lo he usado con la iluminación, y tras una semana de uso a diario prácticamente se ha quedado a un 10 % de batería. Me parece una buena autonomía, teniendo en cuenta que estoy normalmente sobre las diez horas al día delante del PC. Además, la base es de carga rápida, por lo que el ratón se puede cargar completamente en solo una hora; diez minutos de carga darán para cinco horas de uso. Una vez dejado en la base, no se mueve y hace siempre contacto, lo cual es de agradecer por experiencias pasadas con otras bases de carga para ratones.

Los botones principales son ópticos de tipo Titan de la propia ROCCAT, siendo muy agradables de clicar ya que emulan el sonido de los interruptores mecánicos. El sensor es el mismo, un Owl-Eye de ROCCAT, que cuenta con 19 000 PPP de sensibilidad, una velocidad de seguimiento de 400 PPS y una aceleración de 50 G. El muestreo se sigue haciendo a 1000 Hz, que es lo normal en los inalámbricos por lo que no hay sorpresas.

Kone XP Air de ROCCAT
Dimensiones126 mm × 72 mm × 40 mm
Peso99 g
Conexióninalámbrico (adaptador USB, Bluetooth 5.2), cable
SensorOwl-Eye de ROCCAT
Sensibilidad19 000
Velocidad400 PPS
Aceleración50 G
Muestreo1000 Hz
Botones adicionalescinco en el lateral izquierdo, dos en la parte superior, un botón arriba, clics laterales de rueda.
Interruptores botones principalesópticos Titan de ROCCAT
Autonomía100 h
Memoria internacinco perfiles
Extrastoma USB tipo C, iluminación RGB en cuatro zonas (reposapalma, ruedecilla y botones principales), compatible con Reflex de NVIDIA
CablePhantom Flex, 1.8 m forrado de tela trenzada, retirable
ManoPara diestros
PVPR169.99 euros (agosto 2022)
PVP163.24 euros (octubre 2022)

El cable del ratón tiene 1.8 m de largo siendo de tipo Phantom Flex. Está forrado de tela trenzada y obviamente es retirable. Tiene muy buena calidad, con un conector USB tipo A en un lado y un USB tipo C en el otro. Va a ser ya lo normal en todos los productos de pequeña electrónica debido a la imposición del USB tipo C como conector universal en la Unión Europea, además de que el progreso pide que así sea para abandonar otros conectores mediocres como el micro-USB.

Por último, el ratón es compatible con el sistema Reflex de NVIDIA. Es una forma de reducir la latencia del sistema cuando está conectado por cable o con el adaptador siempre que se tenga una tarjeta gráfica serie 900 en adelante de NVIDIA, unos controladores actualizados donde se debe activar primeramente, también lo esté el firmware del ratón y el adaptador, y se utilice un juego compatible con Reflex —aparecerá como una opción en los ajustes—.

Este sistema puede hacer que la latencia de entrada se llegue a reducir a la mitad, variando enormemente su efecto entre las tarjetas gráficas. Las más actuales reducen más la latencia que las más antiguas. También varía bastante entre juegos, pero siempre la reduce bastante, por lo que son ratones idóneos para juegos competitivos tipo Overwatch o Valorant, entre otros que son compatibles. Como no dispongo de un monitor con el analizador de latencia de Reflex no he podido hacer pruebas aunque sí se activa correctamente.

Programa de configuración

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Todos los periféricos de ROCCAT se configuran a través del programa Swarm. Me resulta un programa de buena interfaz aunque no especialmente moderna, con múltiples opciones de configuración. La única pega que le encuentro al usarlo son algunas traducciones que habría que pulir, sobre todo los términos que han dejado sin traducir, incluso frases enteras, pero en el apartado técnico no está mal.

Tanto el ratón como el adaptador hay que actualizarlos nada más comprarlos, o al menos así ha sido en el modelo que he recibido para el análisis. Hay que poner los dos en el equipo, conectando el ratón mediante el cable, y es un proceso que lleva sobre los diez minutos. No lo hagáis si no tenéis tiempo para ello. La base también se gestiona desde el programa, pudiéndose cambiar la iluminación ARGB, sincronizándose con el resto de dispositivos de ROCCAT.

En los ajustes se puede modificar todo lo relevante que se puede esperar, desde los cinco niveles de sensibilidad que se rotará con el botón de la parte superior del ratón hasta la iluminación. Esta última es en cuatro zonas —botón derecho, izquierda, reposapalma y ruedecilla— por lo que va a ser más bien básica, que no se ajusta a lo que se pueda esperar de un ratón de cien euros. Podrían habérsela currado un poco más, pero en un ratón inalámbrico tampoco es conveniente complicarla más por el consumo que supone.

Se pueden reasignar todos los botones según los gustos de cada uno, y asignar una tecla del teclado para combinarla con los botones del ratón y acceder a acciones alternativas. Resultará muy cómodo para paliar la carencia de botones adicionales en el ratón. Funciona por lo general bien, y en mi caso lo suelo usar para asignar el control de volumen a los botones laterales, por mera comodidad. Hay también opciones para ajustar la distancia de separación y para calibrar el sensor para la superficie que se use, entre otras, por lo que me resulta un programa bastante completo.

Un excelente ratón que en inalámbrico es aún mejor

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Hay poco del Kone XP Air que no dijera ya en el análisis del Kone XP. Es un ratón excelente, aunque en este caso han recortado en su iluminación en aras de la autonomía y de que es inalámbrico. No creo que le importe demasiado a nadie ya que se gana una conexión Bluetooth y otra por adaptador USB. El PVPR de 170 euros ciertamente es elevado pero el que quiera un ratón inalámbrico con base de carga incluida no tiene tantas opciones disponibles en el mercado. No me parece muy caro para lo que es, pero le vendría bien un cierto recorte de precio para hacerlo más atractivo. Los que no quieran pagar el impuesto inalámbrico siempre tienen el Kone XP sobre los 80 euros.

Me parece un ratón excelente, muy ergonómico para quien tenga una mano grande, y no creo que a gente con manos más pequeñas les resulte incómodo. El diseño es bastante estándar en este sentido. Tiene interruptores ópticos, que ya lo prefiero en los ratones, y cuenta con multitud de botones adicionales. En mi caso los he configurado en un perfil para controlar el volumen y para pasar de canción, y el superior para pausar la música. Junto con los clics laterales, es un ratón con el que estoy planteándome seriamente dejar de lado el Naga Pro, aunque sobre todo por la base de carga, que la del Kone XP Air sí funciona bien.

El ratón se desliza de manera superfluida, se puede configurar todos los aspectos desde Swarm y no echo nada en falta —salvo que mejoren la traducción de la aplicación—, y me parece un ratón bonito, lo cual no va en detrimento de su autonomía. Es un ratón excelente, caro, pero de los mejores del mercado gracias a la base incluida y su conectividad inalámbrica dual. Puedo usarlo fácilmente entre el equipo con el que trabajo y con el que juego. Esa versatilidad siempre es positiva para los que quieren el mejor ratón del mercado.

Puntuación

9.2

sobre 10