Apple ha renovado el aspecto del iPad Mini tras años y años de usar el mismo desde que apareciera en 2012. La nueva estética tampoco es muy nueva porque es como la del iPad Pro 2018, con una pantalla con menos marcos —y aun así tiene bastantes—, pero el diseño es más estilizado. En el proceso aumento finalmente el tamaño de la pantalla de los 20 cm (7.9 in) hasta los 21 cm (8.3 in), y mejora en calidad y resolución, siendo de 2266 × 1488 píxeles.

El procesador es el A15 Bionic con GPU de cinco núcleos, o dicho de otra forma, el modelo incluido en los iPhone 13 Pro. La capacidad de almacenamiento será de 64 GB o 256 GB, aunque de momento no hay mención a la RAM que incluye. Tiene wifi 802.11ax, Bluetooth 5.0, altavoces estéreo y lector de huellas dactilares integrado en el botón de inicio de uno de los cantos. Habrá un modelo con 5G con línea provisionada mediante eSIM o metiendo una tarjeta nano-SIM.

Incluye una batería de 19.3 Wh que debería ser algo así como 5000 mAh dependiendo del voltaje que entregue. El conector es un USB tipo C con datos, carga de 20 W y salida de vídeo. La cámara trasera es de 12 Mpx y ƒ/1.8 que graba vídeo a 4K y 60 f/s. La cámara frontal es una FaceTime de 12 Mpx y ƒ/2.4 con ultra gran angular de 122º óptima para videoconferencias.

Su precio parte de los 549 euros o 499 dólares con una versión con conectividad 5G que parte de los 719 euros. Llegará con una miríada de accesorios propios de la compañía como es habitual, como fundas, teclados, compatibilidad con el Pencil, y más. Se pone a la venta el 24 de septiembre.