Desde hace semanas algunos distribuidores y asociaciones de empresas de distribución están avisando del aumento de chips falsificados debido a la sobredemanda de chips por la que pasa el mundo entero. Ahora el problema se empieza a ser más visible con algunos sondeos de mercado que se están realizando en China, un país en el que la circulación de productos falsificados es un problema común.

Un artículo en el semanario Economic Observer publicado en China pone de relieve el problema. Por un lado, el de los chips reciclados. Son aquellos que se recuperan de residuos electrónicos a los que se limpia o cambia el encapsulado para venderlos como nuevos. Por otro, el de las falsificaciones en sí. Chips descartados por mal funcionamiento o directamente creados para emular el funcionamiento de los originales pero que usan el mismo encapsulado y nomenclatura.

Estos falsos chips suelen funcionar correctamente bajo ciertas condiciones de testeo pero si se prueban debidamente empezarán a funcionar incorrectamente. Hay empresas pequeñas que no pueden acceder a los fabricantes de chips y por tanto buscan vías alternativas para hacerse con ellos. El problema para el consumidor es que si se compra por ejemplo una unidad de estado sólido de una marca blanca china en las populares webs chinas de venta hoy hay más posibilidades de obtener un modelo que no funcione correctamente que hace un año debido al uso de chips falsificados para su fabricación.

Uno de los centros de distribución más importantes de china, en la ciudad de Shenzhen, está inundando el mercado de chips falsificados, poniendo de relieve el problema del control de calidad de las empresas además de las lagunas legales de la legislación china. Las leyes dicen que es ilegal vender productos deficientes o falsificados, pero legalmente en China el término deficiente es bastante ambiguo, precisando que terceros tengan que demostrar que los chips vendidos no son genuinos o fiables.

Aunque la mayoría de estos chips se quedan en China, se está empezando a detectar su envío en grandes cantidades fuera del país, lo que además genera problemas de responsabilidad legal sobre estos productos que rara vez se resuelven por lo que son pérdidas irreparables para las compañías extranjeras que los compran. Eso sí, también hay empresas que están mezclando estos chips falsificados con auténticos para fabricar sus productos, por lo que el problema no está siendo propagado por el mundo por engaños de distribuidores chinos.

Fuente: The Epic Times. Vía: Tom's Hardware.