La arquitectura ARM ha evolucionado enormemente en todos estos años, y lo que antes era su principal desventaja, la menor potencia por núcleo, se ha ido solventando con cambios en la arquitectura hecha por terceros para adaptarla a cargas de trabajo pesadas. Una de esas compañías es Ampere, centrada en los procesadores para centros de datos. Ha expandido su catálogo con la seire Altra de procesadores, un modelo de 80 núcleos que funcionan a 3.3 GHz —300 MHz más de lo indicado hace unos meses— en una envoltura térmica de 250 W.

La arquitectura base ARM v8 ha sido expandida por la propia compañía y otras añadiendo nuevas instrucciones para distintas necesidades de cómputo, creando así un núcleo personalizado basado en el Neoverse N1 diseñado por Arm que es el orientado a los centros de datos. El chip está creado con una interconexión en malla de los ochenta núcleos, asegurando una caché coherente y una alta escalabilidad.

El Altra usa un conjunto de instrucciones Arm v8.2 más una serie de ampliaciones procedentes de las versiones 8.3 y 8.5, y otras propias de la compañía para FP16 e INT8. Puede mover hasta 4 TB de memoria DDR4-3200 en doble canal con código de corrección de errores (ECC). Mueve hasta 128 canales PCIe 4.0 para almacenamiento, y se pueden poner en placas base con uno o dos procesadores usando 32 de esos canales para la comunicación entre zócalos.

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La especificación anterior es para el modelo más potente de la serie, el Q80-33, y esta parte del Q32-17 de treintaidós núcleos a 1.7 GHz con una potencia de diseño térmico (TDP) de 45 W, y una variación de este Q32-17* con 58 W de TDP. Hay otros modelos de 48, 64, y 72 núcleos, siendo doce modelos distintos en total. Estará disponible en servidores de 1U o 2U de altura a partir de agosto o septiembre.

La otra serie Altra más interesante es la Altra Max, que ofrecerá modelos de hasta 128 núcleos, pero compatible con el zócalo de la serie Altra para beneficio de los que produzcan los servidores con procesadores Ampere. Tendrá una ligera mejora de la arquitectura del núcleo, pero se producirá con el mismo proceso litográfico de 7 nm. Más allá de esta serie llegará la Siryn, el apodo de un chip que estará fabricado a 5 nm por TSMC y se espera que empiece a entregar muestras a sus clientes a finales de 2021, con su puesta a la venta generalizada en 2022. Implementará PCIe 5.0 y DDR5, por lo que será un salto sustancial de rendimiento en todos los aspectos.

Estos procesadores están orientados a reforzar la infraestructura de las redes de comunicaciones entre los equipos de las nubes de empresas y los de la frontera, con un mayor rendimiento por vatio que otras soluciones similares y mucho más que usando procesadores x86. Son procesadores precisamente orientados a quitarle cuota de mercado a Intel, donde sus soluciones no son tan energéticamente eficientes.

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Vía: AnandTech.