HP ha presentado un nuevo convertible y para la ocasión ha recurrido a uno de los procesadores Ice Lake de Intel fabricados a 10 nm para ponerlo en su interior. El nuevo Spectre x360 13 puede configurarse con hasta un Core i7-1065G7, que es de cuatro núcleos físicos con multihilo para una potencia de diseño térmico (TDP) de solo 15 W, salvo que la compañía haya optado por solicitarlo configurado a 25 W, pero no lo creo porque HP ha incidido en que es un equipo de gran autonomía.

Es un miembro del proyecto Athena de Intel que está orientado a maximizar la duración de la batería de los equipos. Eso significa además que debe tener un arranque rápido, inferior a un segundo desde el estado de reposo, durar más de nueve horas con la pantalla a 250 nits ejecutando aplicaciones o más de dieciséis horas reproduciendo vídeo, y disponer de conectividad avanzada como Thunderbolt 3 o wifi 802.11ax.

Este equipo cumple todo lo dicho y lo demás que requiere el proyecto Atenea, y HP indica que con el Core i5-1035G4 la autonomía del equipo usando memoria DDR4 a 3200 MHz alcanza las 22 horas. Intel recomienda memoria a 3733 MHz debido a la unidad gráfica integrada, por lo que da la sensación de que HP ha preferido recortar costes en este apartado.

El equipo dispone de pocos marcos para su pantalla táctil de 13.3 pulgadas FHD que tiene un consumo de solo 1 W, con opción de panel OLED con resolución 4K ajustada para la escala DCI-P3. El teclado tampoco tiene casi márgenes en los laterales, por lo que da la sensación de ser un equipo muy compacto. A la derecha del panel táctil hay un lector de huellas dactilares compatible con Windows Hello, y una cámara web con infrarrojos también para desbloqueo seguro. Además de un conector Thunderbolt 3 también cuenta con otros tres USB 3.0 tipo C, lector de tarjetas micro-SD y opción de usar una tarjeta SIM de tipo LTE.

El modelo base cuesta 1099 dólares con 256 GB de unidad de estado sólido.

Vía: Ars Technica.