Uno de los grandes fiascos de los últimos años, a pesar de que las empresas usen eufemismos como «lento crecimiento» o «adopción más lenta de lo inicialmente pensado» para evitar decirlo con palabras con connotaciones negativas, es el de la realidad virtual. Ha habido éxitos puntuales, como las ventas de las gafas Vive o PS VR, pero la emoción inicial de las compañías por no quedarse atrás incluyó la idea de poner a la venta mochilas-PC para dotar de máxima movilidad a los usuarios.

Ahora las gafas están evolucionando hacia versiones autónomas que no necesiten un PC usando en su lugar chips tipo Snapdragon de móviles o a conectividades inalámbricas para quitarse los cables de por medio. Pero ZOTAC prueba nuevamente suerte con este tipo de productos con la VR Go 2.0, con bastante más potencia. Incluye un procesador Core i7-8700T de bajo consumo, de doce núcleos lógicos con una frecuencia de 2.4 GHz y turbo de 4 GHz, acompañado de 16 GB de DDR4 y una GTX 1070 de movilidad. Dispone de 240 GB de almacenamiento SSD tipo SATA3, lector de tarjetas SD, Bluetooth 5.0, wifi 802.11ac, un EThernet, un USB 3.1 tipo C, y seis USB 3.0.

El tamaño de la mochila es de 347.5 mm × 280.4 mm × 87.1 mm, e incluye dos baterías de 6000 mAh que se pueden cambiar en caliente. La autonomía estimada es de 1.5 h de juego, por lo que tampoco es demasiado a pesar de usar procesador y tarjeta gráfica de bajo consumo. Por supuesto, la mochila dispone de iluminación RGB personalizada, y un arnés con acolchamiento mejorado diseño junto a la mochila para que la ventilación no termine calentando la espalda. Y cuando no se quiera usar de mochila, se puede dejar sobre la mesa quitándole el arnés y usarlo así de mini-PC, porque potencia no le falta.