Google ha intentado meter la cabeza en las redes sociales durante una década, pero ninguno de sus intentos ha fructificado. Y de hecho, su intento más longevo, Google+, va a cerrar su actividad de cara al público en una decisión tomada por Google después de un grave fallo de seguridad descubierto en ella. En marzo de 2018 lo descubrieron y parchearon inmediatamente, si bien estuvo siendo explotado activamente desde 2015.

La información que se ha podido acceder a información privadad de los perfiles de usuarios incluyen el nombre completo, dirección de correo, ocupación, género y edad, si bien también se podría haber accedido a la dirección, fotos del perfil, lugar en los que se ha vivido, la ocupación o su estado civil. El acceso se hacía a través de la interfaz de programación de aplicaciones (API), y ha afectado potencialmente a 500 000 cuentas. Google lo ha explicado en una entrada en su blog.

Este tipo de fallos de seguridad deben ser notificados a los reguladores, y no está claro si Google lo ha hecho o no. También habría sido razonable haberlo notificado a los afectados, pero Sundar Pichai, el director general de Google, optó por mantenerlo en secreto. Ante la aparente imposibilidad de mantener un Google+ que esté a la altura de las expectativas en seguridad y privacidad de los usuarios, Google cierra la versión de consumo de Google+. También indica que el 90 % de las sesiones de usuarios de Google+ duran menos de cinco segundos.

Aun así, ya hay una demanda colectiva contra Google por este fallo de seguridad, por haberlo mantenido en secreto durante meses y por no notificar a los usuarios de que su información personal había sido accedida indebidamente. Entre los cargos que presentan contra Google se encuentra el de violar las leyes de competencia de California, negligencia e invasión de la privacidad, entre otros.

Vía: Ars Technica, Ars Technica (2).