Microsoft no se ha olvidado del Surface Studio para renovarlo, ya que es su equipo de sobremesa profesional que más diferente es con respecto a lo que hay en el mercado. El Surface Studio 2 mantiene el diseño externo, en aluminio con una pantalla que se puede abatir para usarla más bien como una pantalla de digitalización, y compatible con Surface Dial y el Surface Pen que tiene 4096 niveles de presión.

La pantalla es de 28 pulgadas con relación de aspecto 3:2 y una resolución de 4500 × 3000 píxeles, así como una calidad de color de 10 bits que cubre la gama de color DCI-P3. Es una pantalla que impresionará a cualquier profesional del diseño, porque es a quien va orientado.

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Microsoft ha mejorado algunos aspectos del Surface Studio. Primero, el procesador, que pasa de un Core i5-6500 a un Core i7-7820HQ. Se habría agradecido un procesador de 8.ª generación, si bien parece mucho pedir en un producto que tiene un precio de partida de 3500 dólares. También tiene un mínimo de 16 GB de RAM en vez de 8 GB, y se puede configurar con 32 GB de RAM. La gráfica también pasa a un mínimo de GTX 1060 en vez de una GTX 965M, configurable con una GTX 1070. Las opciones de SSD son de 1 TB o 2 TB de tipo PCIe 3.0 ×4.

Por tanto, en el apartado de potencia mejora años luz frente a su predecesor, que fue anunciado en octubre de 2016. En este caso Microsoft sí que ha optado por incluir un conector USB 3.1 tipo C a la Surface Studio 2, aunque habría sido preferible, por el precio, al menos un par de Thunderbolt 3. También dispone de cuatro USB 3.0, lector de tarjetas SD, un Gigabit Ethernet, y uno de audio de 3.5 mm. La cámara web es 1080p, e incluye altavoces estéreo 2.1 Audio Premium de Dolby. Tiene wifi 802.11 ac y Bluetooth 4.0, compatible con dispositivos inalámbrico de Xbox.